Anuncios de reducción de compras y baja en los precios, son temas que preocupan a los ganaderos del departamento de Nariño, según indicó Ramiro Ramírez Vela, presidente de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos de Nariño (SAGAN).

De acuerdo con el dirigente, esta situación coyuntural que estamos viviendo nadie la esperaba ni estaba preparado y por eso “todo lo que el gobierno hace tenemos que apoyarlo porque es un trabajo a conciencia”.

Nariño es un departamento muy concentrado en agricultura y ganadería. El 70 % de la población en clima alto vive de dos productos básicamente de la papa y la ganadería de leche.

Cuando comenzó la pandemia hubo un gran desconcierto por falta de comunicación, por el nivel de ignorancia que se tiene pero sobre todo por el grado de informalidad del gremio lechero que está alrededor del 70 %. (Lea: Destinarán $3.000 millones para mejorar lechería de Nariño)

Por eso los intermediarios se aprovecharon y bajaron los precios al nivel que quisieron porque eso es lo que pasa en un mercado informal como el que se tiene en el caso de la leche en Nariño, señaló.

Fue así como los precios cayeron a un nivel de “pobreza absoluta” en donde por cerca de dos meses se pagó entre 300 y 500 pesos el litro. “Esto fue un negocio que hicieron los tenderos aprovechando la situación”.

Después de ese periodo se normalizó el precio por espacio de un mes y desde hace algunos días se anunció que volverán a bajar el precio del litro de leche y van a comprar 10 % menos en volumen.

“Las empresas buscan minimizar sus pérdidas y por eso empiezan a tomar medidas que afectan a los pequeños y medianos ganaderos que son el 99 % en Nariño”, afirmó Ramírez. (Lea: Agrosavia Nariño le apuesta a la investigación del sector)

A ello se suma que debido al alto índice de informalidad y de pobreza impiden que se pueda hacer un trabajo de transformación de la leche para evitar estar a merced de los intermediarios que pagan el líquido al precio que ellos quieren.

No obstante, a partir de marzo se conformó un comité intergremial y una comisión regional de competitividad con el fin de minimizar los daños causados por la pandemia y ver cómo empezar la reactivación económica en la región.

Sin embargo, hay algunas dificultades porque la nueva administración recibió varios proyectos del gobierno anterior que deben ser cubiertos con recursos de la actual gobernación y eso hace que quede poco dinero para nuevas iniciativas.

A pesar de ello se está mirando la forma de presentar nuevos proyectos para ver si con recursos de regalías se puede obtener la financiación. (Lea: Falta de transporte preocupa a productores de Nariño en medio de la pandemia)

A esta problemática se suma el que en el primer trimestre se importaron 40 mil toneladas de productos lácteos lo cual termina golpeando de manera importante al sector.

Frente a estas situación y teniendo en cuenta la recesión que va a comprometer a todos, “el panorama es desolador aunque nadie puede predecir qué va a pasar, empezando porque la vida de los ganaderos y sus trabajadores está en vilo ante el incremento de contagios de coronavirus”, manifestó el directivo.

En Nariño las cifras de infectados con la COVID-19 ha subido de manera preocupante, básicamente porque los protocolos de seguridad no son acogidos por la población y en eso influye mucho el grado de educación y de pobreza de las personas.

Además, se está viviendo o se avecina el pico de la enfermedad en Colombia y eso se refleja en el porcentaje de ocupación de las camas en las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI).

A esto se debe agregar que Nariño es zona de frontera con Ecuador que es uno de los países más afectados por la COVID-19 debido al mal manejo que le dieron a la enfermedad y que hubo mucho campesino colombiano que se había ido para el vecino país porque el pago era en dólares pero que ahora están retornando con todo el peligro que ello representa. (Lea: Nariño pide extremar medidas ante aumento de COVID-19 en Ecuador)

Gran parte de la población rural que por diversos motivos se desplazó al casco urbano viven del día a día y eso es un motivo de preocupación. Vivimos en un país donde los recursos no son tan grandes para enfrentar este tipo de situaciones.

Sin embargo, “el gobierno ha sabido responder y se ha comprometido con los más necesitados”, dijo.