Productores de queso de Caquetá se ven afectados por la empresa Asoquesan, de la cual se dice en la región que impone los precios de compra de este derivado lácteo, sin permitir que otras empresas entren a competir.
Desde hace más de 20 años productores de queso denuncian estar afectados con la compra y venta del derivado lácteo. Según testimonios, Asoquesan compra el producto por debajo de los precios estándar, para luego venderlos fuera del departamento y recuperar el precio al cual se adquirió.
“Eso está manipulado por la guerrilla, ellos no dejan que más gente entre a competir o comprar los quesos a un precio superior porque esa empresa los manda a sacar”, cuenta un productor quesero, que pidió reserva sobre su identidad por cuestiones de seguridad.
De acuerdo con un antiguo intermediador, que trabajaba en esta asociación, la situación empeora. “Desde que esa empresa, se formó ellos imponen el precio de compra y la gente tiene que regirse por eso, cada semana se ponen de acuerdo entre ellos para establecer el precio para compra, a quien lo pague a un precio más elevado, la empresa se le va encima”, indicó.
“El fin de semana vendí la arroba a $72 mil, hace 15 días a $75 mil, cuando se supone que esos precios deberían estar alredeor de los $80.000 y no puedo exigir que me lo compren a un precio más alto porque si no pierdo”, sostiene el productor de quesos.
Por su parte la secretaria de la Junta Directiva de Asoquesan, Nubia Escobar, asegura que en varias ocasiones el tema se ha mencionado en esta región ‘sentida’, como dicen algunos habitantes, y desmiente las versiones de los afectados.
“En ningún momento nosotros imponemos el precio, más aún cuando sabemos que el queso es el artículo que promueve la economía en la región, somos comerciantes, somos una empresa que ha querido salir adelante y estamos solos porque nadie nos ayuda”, explica.
El estilo de vida ha cambiado
Para evitar la quiebra o tener que cerrar sus negocios la solución para mucbos productores fue asociarse, “aquí hay gente que vendía quesos en bicicleta y a la vuelta de 3 años ya tienen carro, casa y su negocio está bien posicionado, fue el mecanismo que hallaron para no dejarse afectar por esta empresa”, expresó un segundo productor consultado por CONtexto ganadero.
“Por ejemplo, compro 1.000 quesos y esos los envío a Bogotá y a Pereira y ni siquiera los puedo negociar porque tengo que ajustarme a los precios que salen de la oferta y la demanda”, sostiene.
“Hay gente que hace negocios con los intermediadores, diga usted que piden prestados $2 millones y la forma de pago es con el producto, sin intereses”, explica el antiguo intermediario, quien también asegura que es una forma de ponerse la soga en el cuello porque nunca terminarán de pagar si los precios siguen bajando.
Varios productores coinciden cuando de denunciar se trata, finalmente el precio del producto y el bolsillo se está viendo afectado. Sin embargo, debido a la situación en materia de seguridad en la zona, pocas o nulas son las soluciones a las que se llegan.