Por haber contribuido al desarrollo de asociaciones en el municipio de Guachucal, Nariño, la empresa lechera acaba de ser reconocida por Fundación Social, con apoyo de la embajada de Suecia y la fundación Konrad Adenauer.   Se trata de un proyecto que inició en 2007 con la llegada de Alpina al municipio nariñense, con el propósito de impulsar la asociatividad de los pequeños ganaderos para mejorar su productividad, y así aumentar sus ingresos.   Hoy en día, el municipio produce 80 mil litros gracias al trabajo de 1.400 familias agrupadas en 40 asociaciones, y al proyecto de la industria lechera. (Lea: Ganaderos apuestan a la inocuidad para recibir mejor pago por leche)   En Guachucal se implementó un modelo de asociatividad, enfocado en los campesinos e indígenas víctimas de la violencia, y que tenían los cultivos ilícitos como única fuente de ingresos debido a la zona donde se encontraban.   Sin embargo, gracias a los esfuerzos del Gobierno de entonces y de la comunidad, Alpina pudo llegar a la zona y trabajar directamente con los productores, con la convicción de que la asociatividad permite el desarrollo rural en todo el país.   Además, con la transferencia de conocimiento y tecnología, los ganaderos pudieron aumentar la calidad de su leche y así obtener un mejor pago. En 2016, el municipio generó más de $23 mil millones en compra de leche. (Lea: Asociatividad mejoró economía de lecheros de Pamplona)   Sobre el premio, Ana María Gómez, gerente de aprovisionamiento agropecuario de Alpina, declaró que se trata de un reconocimiento, pues “la razón de ser de la empresa pasa por la construcción de una sociedad inclusiva, que ofrezca oportunidades a través del trabajo en el campo donde se impulse la competitividad”.   En efecto, el área de aprovisionamiento agropecuario está enfocada en asegurar la materia prima de leche y fruta, con aspectos como la calidad, el costo, la oportunidad y las necesidades de la organización.   Alpina resaltó que los ganaderos son el motor de la compañía. Aunado al trabajo en asociatividad, les permite tener acceso a agua potable, formalización y bancarización, y también apoya a mujeres como líderes de negocios. (Lea: Estos son los factores de éxito en emprendimientos rurales)   Uno de sus propósitos es impulsar el crecimiento con centros de acopio para los pequeños ganaderos, donde puedan recolectar y almacenar la leche en un tanque de enfriamiento y conservando toda la cadena de frío.     Según la empresa, la asociatividad mejora la calidad de vida de los ganaderos al garantizar acceso a agua potable y a fuentes de energía, aumenta el acceso a créditos al reducir la dependencia a prestamistas y construye tejido social creando reglas de uso e interacción entre la comunidad.   De igual manera, proporciona un rol más activo a las mujeres, que invierten su capital económico en el negocio, y fomenta el trabajo conjunto y hace del negocio lechero, un negocio familiar. (Lea: Microempresarios rurales son ejemplo de emprendimiento)   Este impulso viene acompañado con jornadas de asistencia técnica con los productores. En 2016, se capacitaron 867 ganaderos y 1.399 mayordomos con talleres en tratamiento de leche, nutrición del ganado y manejo de las fincas. Ese mismo año acopiaron 401 millones 317 mil 785 litros de diferentes proveedores.