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La Asociación de Productores de La Pradera y La Esperanza, del municipio de Piojó, Atlántico, manifestó su inconformismo por la falta de atención de las entidades públicas, que en un principio brindó atención y hoy las tiene en total abandono. Manuel Castillo, representante legal de la asociación, aseguró que los 43 pequeños ganaderos y agricultores que hacen parte de esta comunidad tuvieron enormes pérdidas económicas como consecuencia del inclemente verano. “Debido al cambio climático, hemos perdido todos los esfuerzos de casi 10 años de trabajo. No hemos podido lograr asentarnos y ser la vitrina agrícola y pecuaria del departamento. (…) Se nos murieron muchos animales, porque nos quedamos sin agua y sin pastos a raíz de la sequía”, declaró. (Lea: Ganaderos de Atlántico reclaman una política seria del Gobierno) Los miembros de la comunidad que está ubicada en el corregimiento de Hibaracho llegaron de casi todo el Caribe colombiano, desplazados por la violencia. Campesinos de Bolívar, Cesar, Córdoba y Sucre se instalaron en esa tierra huyendo del terror. En su momento, recibieron el apoyo de entidades como el Banco Agrario y el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder, que les facilitaron recursos para iniciar proyectos agropecuarios en esta región poco después de la ola invernal de 2010-2011. Sin embargo, ante las afectaciones por la sequía, estas mismas instituciones que les ayudaron, hoy son las que están a punto de llevarlos a la quiebra. (Lea: Comité de ganaderos en norte de Tolima reclama atención del Estado) Escuche las declaraciones del representante legal de la asociación
“El Ministerio de Agricultura y el Banco Agrario han sido muy indolentes ante esta situación. Nosotros le escribimos a la presidencia del banco, al Incoder, a la Gobernación. El mismo ministro (Aurelio Iragorri Valencia) conoce nuestra situación pero nadie hace nada”, sostuvo Castillo. Eduardo Orozco, miembro de la Asociación, contó que la mayoría de ganaderos recibió una tonelada de silo para alimentar al ganado, a principios de marzo. No obstante, ese alimento duró solamente 2 semanas y otra vez le tocó ingeniárselas para conseguir la comida y el agua. “Ninguna entidad nos ayuda, ni el alcalde que anunció que nos iba a ayudar con unos proyectos de pozos profundos. Hace 2 meses vinieron funcionarios de la Gobernación, porque iban a construir una represa, pero todo se queda en eso, en proyectos”, manifestó. (Lea: Problemas que enfrentan ganaderos al solicitar créditos del Banco Agrario) De acuerdo con el ganadero, la necesidad más urgente es el suministro de agua para los pastos y los cultivos. Añadió que las autoridades no solamente fallan al no ejecutar los proyectos, sino que no prestan el acompañamiento necesario. Un ejemplo fue una iniciativa reciente del Ministerio de Agricultura que benefició a 100 productores para cultivos de plátano, que se perdieron por completo. “El Ministerio dio la semilla y el fertilizante, y nada más. No hubo asistencia técnica ni otras ayudas para hacer riego y sostener las plantas”, añadió Orozco. Algunos de sus compañeros han tenido que vender las últimas 2 vacas que les quedaban para pagar el crédito del banco. Aunque ellos han enviado oficios a la entidad solicitando un alivio ante la grave crisis, la respuesta siempre es la misma: deben cumplir con las obligaciones contraídas, es decir, pagar el crédito. Ante este problema, los productores piden a las autoridades que los acompañen y les ayuden a enfrentar una situación que no habían previsto y que se sale de sus manos, pues un verano de 4 años está a punto de desplazarlos nuevamente. (Lea: Sequía en Atlántico lleva más de 4 años, animales siguen muriendo) “Le hemos planteado al Gobierno que necesitamos pozos profundos y jagüeyes para tener agua todo el año. Así podemos tener buenos pastos para el ganado”, remató Orozco. CONtexto ganadero intentó comunicarse con representantes del Banco Agrario para conocer su posición sobre este tema, pero hasta el momento de publicación de la nota no fue posible obtener respuesta alguna.