Parece una paradoja que en el departamento la sequía sea una amenaza cuando los últimos reportes registran permanentes lluvias e inundaciones en Chitagá y Cácota. Sin embargo, en poblaciones como El Zulia las altas temperaturas y fuertes vientos están secando forrajes y cuencas hídricas.   Un claro ejemplo de lo cambiante que es el clima en el país se viene evidenciando en Norte de Santander. Mientras en poblaciones como Chitagá y Cácota, la administración departamental viene adelantando labores para ayudar a los agricultores que lo perdieron todo a causa de las constantes precipitaciones; en El Zulia y Sardinata los ganaderos claman por el regreso de las lluvias. (Lea: Previsiones del Ideam provocaron ‘enlechada’: ganaderos en Boyacá)   Según los productores ubicados en dichos municipios, el largo verano que los viene golpeando desde hace varios meses ha ocasionado que la producción láctea haya caído en un 65 % entre algunos empresarios. Incluso, muchos se han visto obligados a buscar suplementos en otras regiones.   El inventario bovino de Norte de Santander, según cifras suministradas por el Fondo Nacional del Ganado, asciende a los 200 mil animales, aproximadamente, y en la última semana cerca de 9.000 de ellos tuvieron que ser desplazados en búsqueda de lugares con mejores condiciones. (Lea: Cuando las reses caen como fichas de dominó por el verano)   Uno de los ganaderos perjudicados por las adversidades de la sequía es Aníbal  Parra, quien tiene su finca en límites de El Zulia y Sardinata. El productor aseguró que en lo corrido del año pasó de obtener 270 litros de leche diarios a extraer 90 litros, por lo que sus ingresos están en rojo.   “Para abastecerme de agua conecté una manguera a una cañada que tiene muy buena provisión y por eso no me he quedado sin el recurso, pero alimentar al ganado así  es complicado. He recurrido a sales mineralizadas y harina de arroz; es más, me recomendaron el silo de caña, pero el problema es que quienes lo producen no lo hacen de forma continua, por lo que es complicado comprar una buena cantidad”, contó el ganadero. (Lea: Fedegán envía propuestas al MinAgricultura para mitigar afectaciones por verano)   No obstante, el panorama parece empeorar con el pasar de los días, así lo afirmó Saúl Rubio, quien desde 2002 empezó a trabajar en forma en la producción lechera y ha visto como el volumen extraído día a día es menor ante la sequía y los fuertes vientos que se vienen presentando en la zona.   “Antes del verano estábamos en una producción de más de 200 litros, pero ahora son 100 o incluso menos. El principal problema que tenemos nosotros en el acceso al acueducto, a pesar de que hay fuentes hídricas cercanas, pero en varias oportunidades nos han prometido mangueras para conectarnos y no nos las han dado”, reseñó Rubio. (Lea: Cerca de $300 mil millones en pérdidas ha dejado verano en el país)   Ambos ganaderos piden con insistencia que sea reabierto el programa de suplementación bovina por parte del Ministerio de Agricultura, ya que a través de él pueden acceder con facilidad a un producto como el mezclagán, que en temporadas críticas como la que están atravesando se convierte en una alternativa alimenticia viable y económica para mantener en buenas condiciones a sus semovientes.