Con el banco forrajero que se implementó en la finca ‘La Ley’, ya son 5 los predios que se han visto beneficiados con los primeros resultados, después de 8 meses de cosecha.
Desde el pasado 4 junio se adecuó el campo de la finca ‘La Ley’ para poder implementar el primer banco de forrajes en Cúcuta. Después de 8 meses este predio da sus primeros frutos. Cerca de 200 tallos de yuca fueron otorgados a 5 ganaderos del municipio de Chinácota, con el fin de que cada predio tenga su propio banco y poder abastecer a sus animales. (Cúcuta tiene su propio banco de forrajes)
Para iniciar el proceso fueron necesarios 3 años de talleres teórico-prácticos, que permitieran dar cuenta de la importancia de manejo silvoagropastoriles con la ayuda de Tecnigán, “allí vimos unas fotos de bancos de proteína, donde estaba la semilla de yuca forrajera. Nos llamó la atención la cantidad de ramas para que los animales hagan ramoneo”, explica Antonio Aparicio, productor de la finca ‘La Estancia’.
El pasado viernes 25 de enero se hizo la entrega de las semillas en la finca ‘La Ley’, que corresponden al 30% de la producción de ese predio, “son 2 brazadas de semillas, es decir, entre 30 y 40 tallos de yuca, que pueden ser tan largas como las de caña de azúcar, casi 2 metros”, manifiesta Fernando Londoño, propietario de 160 hectáreas del predio ‘Aposentos’. (Semillas forrajeras: clave para contrarrestar invierno en Putumayo)
Las bondades de esta semilla
“Una vez sembrada la yuca, antes de extraer el tubérculo, podemos aprovechar de cada vara 5 pares de matas. De ahí nos sirve en especial de la parte de abajo para alimentar a los animales y en 8 meses ya uno puede estar quintuplicando el área que sembró”, puntualizó Aparicio.
“Cuando la vara ya ha dado sus frutos, se puede deshidratar la yuca al sol, luego se muele hasta que parece una harina y se les da a los animales, ahí está la idea de hacer bloques nutricionales para tiempos críticos”, asegura Juan Carlos Nova, propietario de ‘La Popita’.
De acuerdo a las declaraciones de Londoño a CONtexto ganadero, el objetivo es hacer de estas semillas un banco de forrajes, que permita abastecer a todos sus animales en tiempos críticos, e igualmente convertir su predio en una finca demostrativa, con el fin de que otros productores empiecen a implementar estas técnicas que hacen de la ganadería una actividad sostenible. (Talleres sobre monta estacional llegan a diferentes puntos del país)
Con el banco que se implantó en ‘La Ley’, se hizo un corte de evaluación de la semilla forrajera de yuca a los 70 días de sembrada, produciendo 2.650 gramos por metro cuadrado.
En total el Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, invirtió en el proyecto $5 millones que contemplaba para insumos, el pago de personal no calificado y visitas del Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria, Cipav. Entre tanto la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, invirtió $2’940.000 y personal calificado para realizar las visitas técnicas, con el fin de monitorear el banco de forrajes.
De acuerdo con Jesús Parada Jaimes, profesional en Gestión de Proyectos Estratégicos de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, en Cúcuta, el propósito de estos forrajes es que estas semillas sean el sustento de los animales de cada predio y replicar el modelo por toda la región.