La planta de beneficio animal del municipio de Garzón dejó de pagar la Cuota de Fomento Ganadero y Lechero durante 8 meses y solo hasta el mes de septiembre pasado reanudó el compromiso económico. Esta situación provocó el endeudamiento con el FNG. Conozca las consecuencias de no cumplir con la obligación.
Por medio de la ley 89 de 1993, el Gobierno Nacional decidió crear la Cuota de Fomento Ganadero y Lechero. En ella se determina que las personas naturales o jurídicas deben pagar el equivalente al 0.75 % sobre el precio del litro de leche vendida. Mientras que para el sacrificio de ganado, el valor es del 75 % de un salario diario mínimo legal vigente por cada cabeza de animal. (Lea: Envían a la cárcel a exalcalde por malos manejos de un frigorífico)
Estos dineros son recaudados por el Fondo Nacional del Ganado, FNG, el cual está bajo la administración de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, ante un convenio suscrito por intermedio del Ministerio de Agricultura.
Con los recursos que recoge el FNG se ejecutan proyectos de vital transcendencia para el sector pecuario, como son conservar el estatus sanitario del país como libre de fiebre aftosa con vacunación y la aplicación del inmunológico contra la brucelosis bovina. A eso se suma la realización de capacitaciones, talleres y cursos a productores sobre temas relacionados con el mejoramiento de la actividad productiva, entre otros.
Sin embargo, en Huila, específicamente en los frigoríficos que prestan servicio en los municipios de Garzón y Palermo, se dio a conocer el atraso en el pago de las obligaciones.
Es así como la planta de beneficio animal más comprometida económicamente es la de Garzón, al deber la Cuota de Fomento del periodo comprendido entre enero y agosto de 2014. Y pese a que reanudó el pago en septiembre pasado, no ha establecido un acuerdo para ponerse al día con las deudas anteriores. (Lea: Ganadero, ‘pilas’ con los compromisos que tiene en 2014)
Carlos Salazar, coordinador del área de Recaudo y Cartera de Fedegán-FNG, aseguró que es necesario recuperar el saldo atrasado con los establecimientos, ya que esa ausencia de recursos afecta el desarrollo de programas vitales como es el de fiebre aftosa.
“Cuando ocurren este tipo de casos, a los mataderos se les envían las cuentas de cobro prejurídico y persuasivo-administrativo, que consiste en enviarle las cuentas atrasadas a los recaudadores en mora. Si ellos no se allanan a pagar o no formulan un acuerdo de pago, se procede a solicitarle a la Dian una conformidad de la deuda del recaudador y con esa certificación que ellos entregan, nosotros expedimos un título ejecutivo para que un grupo de abogados externos se encargue de instaurar la demanda correspondiente y se lleve a cabo un proceso ordinario que puede incluir el embargo de bienes inmuebles o dineros de las cuentas, si se llega a ese caso”, reseñó Salazar. (Lea: Cuota de Fomento Ganadero y Lechero comenzó a aplicarse)
Y añadió que “Garzón ya había presentado inconvenientes en el pago de la cuota de fomento. Esas dificultades ocurren cuando el administrador del matadero cambia y no cumplen oportunamente con la obligación, por lo que hemos tenido que llegar a la instancia del cobro prejurídico”. (Lea: El 25 de septiembre vence plazo para pago con rebaja de intereses)
El cierre de plantas de beneficio por incumplimiento de los requisitos sanitarios y fitosanitarios repecute en dejar de pagar la Cuota de Fomento al FNG y en el aumento del sacrificio clandestino de bovinos, lo que pone en riesgo la salud pública.