Desde que entró en vigencia el Decreto 1500 algunos mataderos municipales han sido cerrados, lo que desencadenó el aumento del faenado ilegal. La carne producto de esta actividad tiende a ser distribuida en las famas locales. Mauricio González Cancelado, presidente de la Asociación de Ganaderos de Altiplano Cundiboyacense, Asogaboy, expuso que con el cierre de las plantas de sacrificio que operaban a nivel municipal se creó un gran problema en varias poblaciones del departamento. "No se ha podido llegar a un acuerdo para construir unos frigoríficos en determinadas zona, por esa razón las personas no llevan a sacrificar el ganado a las plantas que aún están funcionando porque hay un incremento en los costos de transporte", aseveró. (Lea: Sacrificio clandestino, enemigo acérrimo de la ganadería) Agregó que en la mayoría de pueblos están sacrificando los animales, por lo que ha aumentado la aparición de los mataderos clandestinos o de lo que se conoce coloquialmente como 'centros de carranga'. Los carrangueros son las personas que se dedican a vender carne en mal estado o de semovientes que padecen de alguna enfermedad. Esta actividad hace parte de un mercado negro que se mueve en algunos municipios boyacenses. Generalmente los sitios en donde los animales son descuartizados no reúnen las mínimas condiciones sanitarias, muchos menos los vehículos que utilizan para su transporte. Esta carne es adquirida por algunas famas, expendios o salsamentarias para revenderla o para fabricar algún tipo de embutido. (Lea: Sacrificio ilegal se ha vuelto una constante en Puerto Boyacá) Por lo anterior, González Cancelado pidió a las autoridades y el Gobierno Nacional prestar más atención a esta problemática. Escuche las declaraciones de Mauricio González Cancelado, presidente de Asogaboy.
Nelson Ramiro Vargas Alba, miembro del sector ganadero de Paipa, comentó que esta actividad ilegal está volviendo a tomar fuerza y apuntó que lo más preocupante es que muchos alcaldes no tenían conocimiento del estado en el que estaban los mataderos regionales. "Esta situación se convirtió en una papa caliente. Es una problemática que está vigente y a la que se le ha querido bajar un poco el tono", reveló. En tanto, Ernesto Cely, médico veterinario y ganadero de Chiquinquirá, indicó que la entrada en vigencia del Decreto 1500 ha ocasionado lo que se había previsto hace años, el aumento del sacrificio clandestino. (Lea: Proliferación de mataderos clandestinos preocupa a ganaderos de Caquetá) Sostuvo que la planta de Chiquinquirá es la única que está habilitada por el Invima para prestar el servicio de sacrificio lo cual supone que la situación es muy complicada en las regiones donde ya cerraron los mataderos municipales. El llamado que hacen los productores y el gremio pecuario de Boyacá es que las autoridades y las secretarías de salud realicen mayores controles en los expendios de carne, ya que con esta actividad se pone en riesgo la economía de los ganaderos y la salud pública de los habitantes del departamento.