El bajo nivel del embalse de Betania, causado por el fuerte verano que golpea al departamento, fue el causante del problema de salubridad.
Los habitantes de Yaguará y Hobo, en Huila, fueron testigos de la mortandad de peces que dejó el intenso calor que por estos días azota al departamento y que dejó como saldo una disminución en el nivel del embalse de Betania, lo cual ocasionó que los peces se quedaran sin oxígeno y más de 300.000 animales murieran.
La falta de un plan de contingencia por parte de las empresas piscícolas fue evidente, ya que no extrajeron a tiempo los peces, lo cual desató una gran emergencia sanitaria, que se extendió a todo el departamento, pues de acuerdo a lo expresado por la secretaria de Salud, Emma Sastoque, “la oferta de pescado aumentó en los últimos días, puede estar contaminado y en condiciones no aptas para el consumo”.
Los pescados fueron retirados del embalse y llevados en volquetas a lugares específicos donde fueron sepultados, ya que ese es el procedimiento que se debe hacer para evitar infecciones y contaminaciones. (Defensa Civil investiga mortandad de peces en Arauca)
“Ecopetrol dispuso unas telas plásticas para encerrar las excavaciones donde fueron depositados los pescados, para evitar que el material extraído regrese a la represa”, así lo confirmó Paula Anacona, ingeniera de la Secretaría de Salud quien estuvo al frente del procedimiento.
A través de la circular 0026 de 2013, la Secretaría de Salud Departamental invitó a los alcaldes y secretarías de salud municipal a adelantar acciones de inspección, vigilancia y control de las ventas de pescado en sus municipios.
“Se deben mirar las agallas del pescado. Lo mismo que sus ojos, vientre, cavidad abdominal, piel o escamas, espina central o vértebra, carne y olor, para evitar intoxicaciones”, recomienda la carta.
Evitar un problema de salud pública y una emergencia sanitaria, es lo que pretende la Secretaría de Salud a través de las acciones que está realizando y recomendando en todo el departamento.