Las copiosas precipitaciones que se vienen presentando en la parte de alta de la Sierra Nevada de Santa Marta, han generado un aumento del caudal del río Guatapurí y tienen bajo alerta amarilla a otras poblaciones de ambos departamentos. Luego del fenómeno de El Niño que vivió La Guajira y los graves inconvenientes que se presentaron por cuenta de la extrema sequía, durante el segundo semestre de 2016 y en lo que va corrido de este año las condiciones climáticas han sido más favorables ante la aparición de algunas precipitaciones. (Lea: Producción láctea disminuye en lugares afectados por el invierno) No obstante, durante las últimas semanas se han presentado constantes aguaceros en la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta, hecho que ha generado un incremento en el nivel de los ríos cercanos tanto al departamento como a los del Cesar. José Manjarrés Correa, vicepresidente del Comité de Ganaderos de Fonseca, indicó que los afluentes como el Cesar, Guatapurí o Ranchería han aumentado su caudal por cuenta de lo que viene ocurriendo en la alta montaña, pero por fortuna no ha ocurrido ningún tipo de inconveniente que lamentar. No obstante, hay advertencias en la zona de la media Guajira, hecho que ha despertado zozobra entre los productores que viven en las postrimerías de los afluentes. (Lea: Invierno causa estragos en ganaderías colombianas) “La posibilidad de que se presenten crecientes súbitas tienen atemorizados a aquellos que viven cerca a las riberas de los ríos, pero hasta el momento se desconoce de inundaciones, avalanchas, desastres o cualquier catástrofe que genere pérdidas humanas o de animales”, argumentó Manjarrés Correa. El dirigente recordó que las aguas lluvias nunca sobran, pero para evitar que haya dificultades ante el exceso del líquido vital, los productores han implementado obras que eviten inundaciones en los predios. Por su parte, Miguel Ángel Sierra, biólogo y activista ambiental, indicó que lo que viene presentándose en la Sierra Nevada se debe a la deforestación que durante décadas han propiciado los habitantes de la zona. A eso se le suma las quemas indiscriminadas, lo que complica sustancialmente la retención de agua en el suelo. (Lea: Con el invierno llegan las lluvias, pero también parásitos e insectos) “Al presentarse ese tipo de precipitaciones, el líquido no es retenido por la tierra y los árboles pierden la capacidad de acumular al menos 2 metros cúbicos del agua, por lo que al presentarse las quemas, la tierra queda convertida en un cemento propiciando que el recurso siga derecho y no penetre al subsuelo”, sostuvo. Sierra indicó que las lluvias no deben prolongarse por más de 8 o 10 días, a menos de que se presente un fenómeno como La Niña, no obstante reconoció el temor que hay entre la población por cuenta del fenómeno inusual para la época. El Ideam sostiene que las precipitaciones continuarán, pero en menor intensidad en Cesar, La Guajira y Magdalena, mientras que empezarán a ser más fuertes y constantes en los otros departamentos de la Costa Atlántica. (Lea: Invierno y falta de apoyo preocupan a ganaderos de Santo Domingo)