En el mes de marzo, más de 3.000 reses murieron en esta región del país por cuenta del verano. 3 meses después, según varios ganaderos, recuperación no ha habido porque priman los comicios electorales. Lo peor: el verano volverá entre julio y agosto, de acuerdo con el Ideam.
Luego de muchas denuncias, el pasado mes de marzo el Gobierno nacional posó su mirada en Arauca y Casanare. Para ese entonces, más de 3.000 reses habían muerto como consecuencia de un inclemente verano, fueron 4 meses en los que no cayó ni una sola gota de agua en la Orinoquía. Solo cuando los grandes medios denunciaron la calamidad, el Gobierno decidió emprender una serie de acciones que permitieron mitigar las pérdidas, sin embargo los productores se quejan de lo efímera de la presencia estatal y denuncian que hoy de nuevo están a la deriva.
“Desde hace un mes, la Secretaría de Agricultura del Departamento del Casanare viene trabajando en la posibilidad de desarrollar proyectos como molinos de viento. De igual forma, desde Corporinoquía (Corporación Autónoma Regional de Orinoquía), hace un mes también se vienen haciendo estudios para ver qué solución podemos tener los ganaderos de la región”, le dijo a CONtexto ganadero, Margarita Restrepo, Representante de la Cámara Gremial de la Carne e integrante de la Asociación de Productores de Leche de Casanare. (Lea: Más de 3.000 reses muertas por verano en Arauca y Casanare)
Cabe resaltar que según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, Ideam, hay un 70% de probabilidad de que el Fenómeno del Niño se dé en los meses de julio, agosto y septiembre. “Los efectos que se van a presentar son, básicamente, la disminución en la precipitación, aumento de la temperatura y aumento en los rayos ultravioleta, por tener menos nubosidad. Después de eso, vienen los impactos y es que al tener menos lluvias, habrá bajo caudal en los ríos y en los embalses, además de un incremento en la cantidad de incendios forestales”, indicó Ómar Franco, director de la entidad.
Y mientras eso pasa, Diego Alberto Beltrán Duarte, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal, de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, en la ciudad de Yopal indicó que luego del desastre ocurrido en el mes de marzo, las afectaciones son las mismas y que el Gobierno nacional dejó a los productores desamparados.
“Hasta ahora se han empezado a sentir los efectos de el agua que cae: el pasto se está reverdeciendo y poco a poco los animales van ganando peso, aunque hay que decir que cerca del 30% de los ganaderos no están vacunando precisamente por este panorama, por eso están esperando a que en estas 2 semanas los bovinos se recuperen. Ahora, las únicas mejoras que se han hecho son la construcción de unos pozos, pero cuando la Gobernación vio que las lluvias llegaron, le dio la espalda a la gente, lo otro son las bodegas de alimentación, pero no ha habido compromiso”, señaló Beltrán. (Lea: ¿Cómo recuperar 45 mil hectáreas perdidas por sequía en Casanare?)
Por el momento, de acuerdo con el funcionario de Fedegán, lo que se están haciendo son capacitaciones para los productores mejoren sus condiciones en varios temas como el uso del agua, el almacenamiento de alimentación para épocas de sequía entre otros. “Aquí el problema es que el ganadero no se conciencia de la importancia de este tipo de herramientas de ayuda, solo se quedan con las soluciones inmediatas”, apuntó.
CONtexto ganadero quiso conocer la opinión tanto de la Secretaría de Agricultura Departamental, como de Corporinoquía, sobre este panorama, pero hasta el momento de la publicación de esta nota no fue posible.