Hace más de 20 años el municipio de Lérida abrió una planta lechera donada por el gobierno italiano que funcionó durante 1 año y medio. Actualmente su futuro es incierto porque su tecnología está obsoleta. Por ello productores y alcaldías del norte del Tolima quieren reactivarla.

La planta fue manejada por 2 cooperativas. La primera de ellas fue Aprolac, que al finalizar su contrato entregó la planta con deudas y  los equipos no tuvieron el mejor mantenimiento.

La segunda cooperativa fue Coagromur que en 2004 integraba a ganaderos y productores lecheros de Lérida y Murillo. Posteriormente, el grupo se asoció con la empresa Alquería con la que tuvo un buen funcionamiento hasta que por desacuerdos con la asociación de productores decidieron cerrarr la planta. (Lea: $1,8 billones recibirá el Tolima para su desarrollo)

Según Javier Augusto Guzmán, coordinador de la Unidad Regional de Desarrollo Ganadero, Urdg, de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, sección Tolima, la planta se creó con el fin de reactivar la productividad en la zona que fue afectada por la tragedia de Armero. Sin embargo, en sus años de funcionamiento no tuvo la mejor administración.

“Lo que pasó con esa planta fue que a raíz de que tantas personas querían influir en la administración de la planta, esta cerró por malos manejos. Luego de eso la cogió Alquería con Coagromur pero también fracasó. El problema es que los equipos que tiene la planta son demasiado obsoletos aunque tienen buenas instalaciones”, comentó el coordinador.

Según dijo el director territorial del Incoder, Gustavo Segura Otálora, a un medio regional, la planta podría ser entregada a un sector privado que le pueda inyectar capital. La suma giraría alrededor de los $4.500 millones. (Lea: Fue reabierta planta de beneficio en Lérida, Tolima)

“Esa planta no está diseñada para producir leche larga vida, sino leche pasteurizada. La planta debe hacer una reconversión para lo que en este momento solicita el mercado y esa reconversión hacia la viabilidad podría alcanzar más de $4.000 millones”, sostuvo el director del Incoder.

De igual forma comentó que están en la tarea de buscar inversionistas. Las reuniones en esa dirección han incluido a productores, empresarios y a la administración local de varias alcaldías como la de Lérida, Armero – Guayabal y Murillo, además de representantes del gremio ganadero en el Tolima.

Sin embargo, Carlos Eduardo Castro, presidente del Consejo Administrativo de la Cooperativa Colronces cree que la situación de la planta es compleja porque sus instalaciones están muy lejos de un centro de consumo masivo. 

“Me parece un poco contradictorio que lo que no hicieron hace un año y medio con un privado como la Alquería hasta ahora lo quieran volver a hacer. El peor error que le puede pasar a esta planta es entregárselo a la politiquería, porque realmente pueden aparecer más puestos de trabajo que litros de leche”, comentó Castro frente a lo que puede suceder. (Lea: Ganaderos del Tolima reciben 16 mil árboles para cerca vivas)

Del mismo modo, señaló que “es muy cierto que un activo de esos no se le puede entregar a una asociación frágil como ocurrió anteriormente. Me parecería importante que el Incoder si hace una negociación con un privado le haga énfasis en que esa planta puede beneficiar a los productores teniéndolos como aliados o socios”, enfatizó el directivo de Colronces.  

Pese a esta situación, la planta lechera seguirá esperando por un nuevo inversionista que le inyecte el capital que necesita para su renovación. El Incoder, según su director, seguirá en esta tarea, pero advierte que tratará de que se dé una alianza público-privada que permita integrar a productores de la región con una empresa que tenga experiencia en la comercialización del producto lácteo.