El diseño de esta planta de desposte bovino y porcino, que cumple con las normas ambientales y de salud, relacionadas con el manejo de residuos sólidos y líquidos, usos del agua, sacrificio, transporte y comercialización de la carne, busca cubrir parte de la carencia de estos centros en el Valle del Cauca.
Teniendo en cuenta que este departamento cuenta con apenas cinco plantas certificadas dedicadas al desposte bovino y porcino, con este emprendimiento se pretende satisfacer la demanda actual de productos cárnicos en esta zona del país. (Lea: Cerca de 100 establecimientos para beneficio ya están avalados bajo Decreto 1500)
La iniciativa fue presentada en la tesis de maestría de Liceth Johanna Rodríguez Cuaichar, de Administración de Empresas de la Universidad Nacional sede Palmira, quien evaluó el entorno general y regional, así como el mercadeo, ventas, producción, talento humano, direccionamiento estratégico, y viabilidad financiera del desposte bovino y porcino.
El desposte se refiere al proceso de separación de los tres componentes principales de la carne en canal –muscular, óseo y adiposo– después de haber completado su requisito de enfriamiento.
La planta contaría con tecnología adecuada como trampas de grasa, para la limpieza y desinfección, sistema de recolección, almacenamiento y aprovechamiento de residuos, línea automatizada de desposte, cuartos de refrigeración y congelación, y empacadora de carnes al vacío, entre otras. (Lea: Más plantas y acondicionadores se siguen certificando en Decreto 1500)
Con respecto a la producción de la planta de desposte, se estima que cada mes se producirían 330 toneladas de carne de res tipo C (mayor eliminación de hueso y grasa) y 380 ton de carne de res tipo A (se retiran menos cantidad de cortes y menos cantidad de grasa). Para el desposte de cerdo, se esperaría una producción mensual de 259 ton y 500 ton para cerdo tipo C y A respectivamente. Esto permitiría un abastecimiento de 70 puntos considerando supermercados de cadena, plazas de mercado y carnicerías.
Desposte clandestino
En Colombia el sector cárnico representa el 1.4 % del Producto Interno Bruto (PIB) según cifras de 2017 de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán. En ocasiones, como en 2016, el consumo de carne bovina presentó una disminución de hasta 3 kilogramos por persona al año atribuido, principalmente, a las prácticas de sacrificio y desposte clandestinos.
De acuerdo con cifras suministradas por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), el Valle del Cauca carece de plantas de desposte certificadas o autorizadas bajo el Decreto 1500 de 2007, que establece los requisitos sanitarios para los productos cárnicos comestibles. (Lea: Frigorífico de Pereira está próximo a certificarse bajo Decreto 1500)
Al respecto, el emprendimiento propuesto satisface la demanda del sector con el cumplimiento de la normatividad vigente. “Se busca generar un impacto empresarial favoreciendo el sector agroindustrial cárnico en el suroccidente del país con un apropiado abastecimiento”, apunta la investigadora Rodríguez.
Debido a las pocas plantas que existen en el Valle, estas manejan precios a su antojo, por lo que con la implementación del emprendimiento se tendrían precios al alcance de los centros de distribución del sector suroccidental, advierte.
Frigoríficos activos
Durante 2017 y 2018, más de 200 plantas de sacrificio fueron cerradas por no cumplir los requisitos sanitarios exigidos por el Gobierno. Para el cierre de 2018, Colombia contaba con poco más de 550 establecimientos autorizados para el sacrificio animal o los mal llamados “mataderos”. (Lea: Así han evolucionado las políticas públicas para la ganadería en Colombia)
Para ese mismo año, según cifras de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), ingresaron a Colombia alrededor de 120 toneladas de carne en estado de descomposición y más de 500 bovinos sin los requisitos fitosanitarios desde la frontera con Venezuela.
De los más de 500 frigoríficos activos que procesan carne bovina, solo 11 cumplen los requisitos exigidos en el Decreto 1500 de 2007 que pretende modernizar el sacrificio, formalizar la cadena cárnica y cumplir con los estándares de los Tratados de Libre Comercio. De ahí que si se busca comercializar el producto a otros países, las condiciones de la planta serán totalmente favorables.
“El proyecto tendrá impacto positivo en la generación de empleo desde la parte operativa de la planta hasta en el área administrativa, pago de impuesto y generación de riqueza para los diferentes grupos de interés”, apuntó la investigadora Rodríguez. Se estima que para la capacidad instalada se necesitan aproximadamente 40 empleados entre técnicos, operativos y administrativos. (Lea: Conozca cómo se debe aplicar el bienestar animal en plantas de beneficio)
Fuente: Agencia de Noticias UN.