Más de $30 mil millones han sido invertidos en la materia. No obstante, aún hay estructuras en mal estado, unas que no funcionan y algunas cuya construcción quedó a medias.   En el año 2013, durante la administración de Edgar Díaz Contreras, Norte de Santander gestionó recursos ante el Ministerio de Agricultura, el Incoder y el Fondo para Financiamiento del Sector Agropecuario, Finagro, por cerca de $30 mil millones para destinarlos a la construcción, rehabilitación, estudios y diseños de distritos de riego. (Lea: Pequeños distritos de riego en el Huila funcionan "a medias")   Luego, en 2015, se agregaron $600 millones para recuperar las estructuras afectadas por cuenta del invierno en Chitagá, Chinácota y Gramalote.   Sin embargo, al consultar por el estado de los distritos, las respuestas no fueron muy alentadoras. Muchos de ellos no se encuentran en buen estado, unos no se construyeron y otros más requieren el acompañamiento de las entidades departamentales para que se haga un buen uso del recurso hídrico.   Andrés Hoyos Arenas, presidente del Comité de Ganaderos de Norte de Santander, Coganor, explicó que en el departamento la mayoría de distritos de riego están construidos bajo el modelo de ladera, los cuales son presurizados y la conducción de agua se realiza a través de tubería de PVC, eso implica que tengan una pared fuerte para resistir la presión del líquido que allí viaja. (Lea: $18 mil millones para distritos de riego en Norte de Santander)   Agregó que esas esas estructuras le han sido entregadas a los pequeños productores o usuarios campesinos para que utilicen una determinada cantidad de agua mediante aspersión.   Bajo ese modelo, Norte de Santander es el tercer departamento con más distritos de ladera. El inventario está cercano a los 100. Esa clase de estructuras, de acuerdo a lo expresado por el dirigente gremial, requieren un gran acompañamiento porque lo que producen sus usuarios hace parte de una economía campesina, además toman agua de nacimientos en donde es necesario que haya un trabajo mancomunado entre las Corporaciones Autónomas Regionales y las asociaciones de productores.   “Desafortunadamente, durante la última visita del ministro de Agricultura a la zona, anunció que para riego en todo el país, la cartera solo cuenta con $30 mil millones. Esa noticia cayó como un baldado de agua fría porque con ese dinero no se hace absolutamente nada, especialmente porque esos distritos les pertenecen a asociaciones incipientes, con bajo nivel de tecnología y una asociatividad muy elemental”, expuso Hoyos Arenas. (Lea: Norte de Santander tendrá 7 distritos de riego)   El dirigente criticó al funcionario, ya que su discurso es poco coherente, porque en ocasiones habla de posconflicto y una apuesta por la transformación del campo, pero finalmente está haciendo todo lo contrario.   Por su parte, Doralba Gamboa, administradora del distrito Asocarrera, ubicado en el municipio de Cáchira, lamentó que la construcción de la obra aún no haya finalizado, pues desde hace 9 años están esperando la finalización del proyecto que beneficiaría a unas 78 familias de la zona, pero no ha sido posible debido a diferencias y dificultades entre la administración del municipio y el ingeniero encargado.   Añadió que su padre, que murió hace 8 años, no alcanzó a ver la obra terminada ni funcionando por lo que ha venido poniendo todo su empeño en que Asocarrera salga adelante. (Lea: Pequeños distritos de riego de Casanare siguen sin funcionar)   “Nosotros necesitamos cerca de $45 millones para poner a trabajar el riego. Tal vez sea un poco más, pero hay una ventaja, ya tenemos toda la tubería organizada. Solo faltan algunas acciones que conoce bien el ingeniero, pero estamos en ese proceso. Ojalá lo podamos culminar pronto”, dijo Gamboa con resignación.   En tanto, José Manuel Gómez, presidente del distrito de riego Asozarcuta, ubicado en el municipio de Bochalema, reveló que a pesar del funcionamiento de la obra y la posibilidad de que los productores de café, ganadería de leche, plátano, tomate entre otros productos tengan acceso al agua, su estado no es el mejor.   Explicó que han sido muchas las dificultades que han tenido que sortear para asegurarles a los campesinos el líquido vital. (Lea: Sucre se muere de sed y tiene 27 micro distritos de riego que no operan)   “En algunas segmentos la tubería está muy vieja o totalmente obsoleta por los años de sol y uso, eso ha generado que se estallen los tubos y nos toque cortar el servicio hasta que no se arregle. Cuando ocurren esas situaciones se afectan los 65 usuarios que actualmente hacen parte del distrito”, confesó Gómez.   El presidente del gremio ganadero destacó el interés que mostrado el gobierno departamental para rehabilitar el riego, sin embargo, pidió que el Estado también aporte recursos que permitan a los pequeños productores tener agua en sus explotaciones.