Según los productores, a pesar de las lluvias que se han presentado, la ausencia del agua aún los aqueja debido a que durante el verano las fuentes hídricas disminuyeron considerablemente. Adicionalmente, tienen prohibiciones para hacer riego y utilizar carrotanques. Patricia Escobar, presidente de la Asociación de Ganaderos del Valle de Ubaté, aseguró a pesar de las pocas lluvias que han caído, una de las problemáticas que sigue azotando a la región es la escasez de agua y por consecuencia de alimentos. “Como el verano fue tan largo no tenemos agua en el campo. La CAR, entidad que se debe encargar de la limpieza y mantenimiento de las fuentes hídricas, de lo único que se ocupa es de cobrar los impuestos. Están acabando con el río y secando las lagunas, en especial con la de Fúquene y la de Cucunubá”, expresó la vocera. (Lea: La CAR prohíbe a ganaderos hacer riegos en sus cultivos) Agregó que a raíz de la escasez del líquido, algunas fincas ubicadas en zonas muy altas estaban utilizando carrotanques para abastecerse y que la misma Corporación Autónoma Regional, CAR, prohibió estas prácticas. También dijo que algunos ganaderos están abriendo pozos, destilando el barro producto de las pocas lluvias y otros decidieron vender sus animales o sacrificarlos para carne porque no tenían agua ni comida para mantenerlos. Según Escobar los costos de producción han aumentado en un 15 % en la región en rubros como los abonos y la destilación de la tierra a base de motobombas para poder obtener agua. La presidenta de la Asociación de Ganaderos del Valle de Ubaté aseveró que en regiones como Chiquinquirá, Carupa, Guachetá, Lenguazaque, y en ciertas zonas de San Miguel de Sema aún hay problemas por la falta del líquido vital. (Lea: Ganaderos aseguran que Gobierno no cumple lo que promete) Miguel Arevalo, ganadero ubicado en San Miguel de Sema, relató que le ha tocado comprar agua en un finca que cuenta con un pozo profundo y que para abastecer la suya necesita diariamente 2 tanques de 1.000 litros y cada uno de ellos cuesta cerca de $5.000 pesos. “Aparte del valor del tanque, toca pagar el combustible del tractor y la mano de obra del operador, y todo termina valiendo casi $10 mil cada viaje”, aseveró. De acuerdo con Arevalo, si bien han caído pequeños aguaceros que han recuperado en cierta medida las pozetas que hay en algunas fincas, muchos siguen sin agua y si en 15 días no cae una lluvia fuerte aquellos que pudieron recolectar un poco del líquido, van a quedar sin nada y les va a tocar volver a comprar en carrotanques. Los ganaderos de la región le solicitan al Gobierno que no realice tantos estudios, recorte tramitología y que ejecute los proyectos, porque en la mayoría de los casos estos van a parar a los escritorios y las necesidades no dan espera. (Lea: A pesar de las lluvias, ganaderos de Tolima siguen afectados)