La falta de lluvias desde finales de 2013 en los departamentos de Magdalena y Córdoba mantiene a los productores en alerta y a los hatos bovinos sin pasturas.

Los ganaderos del Caribe colombiano continúan viviendo una crisis a causa del intenso verano que golpea esta región del país desde finales de 2013. Los departamentos de Córdoba y Magdalena son los más afectados por la falta de lluvias, pues los forrajes para alimentar a los semovientes son cada vez más escasos.

Luis Arturo Silgado Sejin, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, asegura que gran parte de los predios existentes en las diferentes zonas del departamento se encuentra en estado crítico por la ola de calor. (Lea: Ganadero, siga recomendaciones de Fedegán para afrontar el verano)

“Son muy contadas las fincas que se preparan con algunas alternativas de alimentación para mitigar los efectos de estos estados críticos del clima y quizás el 90%, o algo más de nuestros predios, no cuentan con la disponibilidad suficiente de alimentos para mantener sus animales en buen estado, ocasionando grandes pérdidas en las empresas ganaderas”, agrega Silgado Sejin.

Asimismo, el funcionario del gremio vacuno le hace un llamado al Gobierno Nacional para que se tenga continuidad en el programa de Suplementación Bovina con el objetivo de mitigar el impacto negativo que tiene el calor en la economía ganadera.  

“Es necesario seguir brindándole mayor atención a  los productores ganaderos con los servicios de las bodegas y otras alternativas que logren disminuir los efectos adversos del clima imperante en nuestras regiones”, culmina Luis Arturo Silgado.

La ola de calor afecta la producción en Plato

El departamento de Magdalena es otro que vive las atrocidades del clima y se ve reflejado en un declive de la productividad y en la economía ganadera de los productores que luchan día a día para mantener a sus reses en pie. (Lea: Alternativas para enfrentar una sequía prolongada en la ganadería colombiana)

Alejandro Maestre Farfán, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal de Fedegán en el municipio de Plato, explica que el verano ha comenzado a afectar ostensiblemente los sistemas productivos bovinos en esta zona del departamento.

“La fuerte sequía y las altas temperaturas afectan a los productores ganaderos, pues la baja disponibilidad de alimento para sus animales así como la ausencia de una cultura de conservación de forrajes genera una disminución de sus productos finales”, añade Maestre Farfán.

Genes cebuinos con resistencia climática

Sin embargo, de acuerdo con el funcionario de Fedegán en Plato, ya que esta misma situación se presenta año tras año en esta región del país, los animales han generado una resistencia a estas condiciones (Lea: Disminuye en un 50% la producción de leche en Cesar por verano)

“Las reses se han adaptado a sobrevivir por fuera de su zona de confort en algunas épocas del año, lo cual es también resultado de los genes cebuinos con los que cuenta la mayoría de animales de la zona, raza que se caracteriza por su gran rusticidad”, asevera Alejandro Maestre Farfán.

De esta forma, los ganaderos que cuentan con este tipo de semovientes en sus hatos encuentran una baja calidad en el producto final, pero no suman pérdidas significativas de mortandad, porque logran mantener el número de reses en su predio.