Los pequeños y medianos ganaderos de esta zona del departamento no han podido aplicar la inseminación artificial a gran escala, debido a la falta de recursos y de tiempo para acceder a los capacitaciones de Fedegán-FNG. Néstor Pinilla, profesional en Chiquinquirá del Fondo Nacional del Ganado, FNG, administrado por la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, calificó la situación como preocupante. Según el funcionario, los trabajadores pecuarios de municipios como Pauna, Coper, Otanche y Muzo no emplean la inseminación artificial como una práctica extendida. El ganado que se maneja en este sector es principalmente de carne, a diferencia de la gran mayoría de ganaderos en el departamento, que se especializaron en leche. Las fincas grandes sí la utilizan, pero solo unos cuantos productores pequeños lo hacen y de forma esporádica. “Son municipios aislados, que no tienen facilidad para adquirir las pajillas. Además, no hay suficiente gente capacitada que brinde el servicio, ni tampoco se le ha prestado la atención necesaria”, explicó. Sin embargo, Pinilla aseguró que desde Fedegán-FNG se han tratado de hacer capacitaciones y cursos de inseminación, aunque aclaró que no es posible en la zona porque ningún municipio cuenta con las instalaciones para hacer la práctica. (Lea: Así avanza Plan Nacional de Mejoramiento Genético en Boyacá) “Se han capacitado unos cuantos productores aquí en el frigorífico de Chiquinquirá, pero la distancia, el acceso y el costo de quedarse una semana fuera de sus casas complica las cosas para que asistan de forma juiciosa”, indicó. Uno de los beneficiarios con esta capacitación fue Jesús Alberto Bautista, presidente de la Asociación de Ganaderos de Muzo, pero la recibió hace más de 5 años. “En la región no se insemina porque hace falta capacitación y educación al campesinado, pues las personas no ven los beneficios de hacer esta práctica”, manifestó. (Lea: Ganaderos colombianos tienen el reto de mejorar genes de sus reses) El trabajador pecuario también señaló la falta de recursos y de apoyo de las autoridades locales y nacionales como una de las causas de la poca motivación en el procedimiento. Por ejemplo, el acceso al material genético de alta calidad es muy restringido, porque no se pueden comprar pajillas ni termos. “El Estado nos abandonó. La Epsagro (Empresa Prestadora de Servicios Agropecuarios) ya suspendió el trabajo en el municipio, y el productor queda a la deriva porque no sabe cómo se hacen las cosas”, acotó Bautista. Por su parte, Luis Francisco Silva, secretario de la Asociación de Ganaderos de Pauna, Asoganpa, aseguró que los recursos han sido muy sesgados, pues “las autoridades han favorecido más la producción láctea del altiplano cundiboyacense que la de carne y doble propósito del occidente bajo de Boyacá”. Ambos ganaderos reclamaron atención del Estado para los municipios productores de carne del occidente boyacense. Aunque hay asistencia técnica, las alcaldías solo contratan a los profesionales de 6 a 8 meses, y el resto de tiempo el ganadero no tiene a quien consultar. (Lea: Conozca las propuestas para el agro de los gobernadores electos) “Tenemos la intención de mejoramiento y progresar, pero no contamos con las herramientas para hacerlo. Por eso hemos querido fortalecer las asociaciones para que sean estas las que presten esos servicios”, declaró Silva.