El primer Centro de Desarrollo Agrícola de Colombia recientemente abrió sus puertas en el Parque Industrial en Tunja, desarrollado por Comestibles Ricos S. A., empresa conocida por sus marcas Súper Ricas, Todo Rico y Chidos. (Lea: Papicultores fueron reconocidos por sus cultivos sostenibles)
En sus instalaciones cuentan con 8 bodegas donde se almacenarán hasta 4 mil toneladas de papa al año, producida por agricultores boyacenses. Para ello se utiliza tecnología holandesa de clima controlado, única en el país que amplía el tiempo de almacenamiento hasta 6 meses.
De acuerdo con Mariano Gómez, director financiero de Comestibles Ricos S.A., «el Centro de Desarrollo Agrícola ampliará nuestra capacidad de almacenamiento en la zona, pero además se convertirá en un espacio de capacitación y de acompañamiento técnico. Tendrá valores agregados como el servicio de muestreo para la calidad del producto».
Además, Gómez añade que el proyecto surge con una estrategia que busca acercar el sector privado a las familias agricultoras, y así solucionar problemáticas como los sobrecostos de la materia prima. Inicialmente se vincularán directamente 50 campesinos boyacenses quienes directamente venderán sus cultivos de papá a la compañía colombiana.
El Centro de Desarrollo Agrícola busca aportar al crecimiento, afianzar la confianza y generar empleo, mientras dignifica el campo boyacense. Además, es una clara apuesta por la sostenibilidad de la región con una inversión de más de $5 mil millones. (Lea: Área cultivada en papa caería 30 por ciento por impacto económico de la pandemia)
«El proyecto hoy se vuelve más importante porque nos permite, primero, ayudar al campo a tener mayor efectividad y a mitigar los costos integrales que tiene este negocio; y segundo, fortalece una alianza de largo plazo con los agricultores, de tal manera que su economía sea sostenible en el tiempo y a través de las generaciones», expresó por su parte Amanda Silva, directora general de Comestibles Ricos S.A.
Cabe resaltar que esta iniciativa beneficia directamente a los productores, disminuyendo los costos de transporte e intermediarios. Al involucrar directamente a los campesinos, no sólo se impacta su calidad de vida y acceso a oportunidades, sino que también se mejora la producción y calidad de las materias primas.
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