A pesar de las lluvias que se están presentando en la mayoría de los departamentos de Colombia, Norte de Santander enfrenta una crisis climática marcada por altas temperaturas que han generado emergencias en varios municipios. La situación es particularmente crítica en el sector ganadero, donde se reportan incendios forestales y sequías severas que amenazan la economía y el bienestar de la región.
Emergencias climáticas en la región
En zonas como el Catatumbo, el área metropolitana de Cúcuta y la provincia de Ocaña, las temperaturas extremas han dado lugar a una serie de problemas ambientales y económicos. Las altas temperaturas no solo están causando sequías que afectan los recursos hídricos y los pastizales, sino que también han sido el catalizador de incendios forestales que ponen en peligro la vida silvestre y las propiedades agrícolas.
Impacto en el sector ganadero
El sector ganadero, uno de los pilares de la economía de Norte de Santander, está enfrentando graves dificultades debido a la escasez de pastizales, esenciales para la alimentación del ganado. Según Tarsicio Celys, presidente del Comité de Ganaderos de Norte de Santander (Coganor), en declaraciones a RCN, los ganaderos se ven obligados a recurrir a alimentos procesados para mantener a sus animales, lo que incrementa significativamente los costos de producción. Esta situación no solo afecta la viabilidad económica de las explotaciones ganaderas, sino que también pone en riesgo la salud y el bienestar de los animales.
Aumento de costos y riesgos asociados
Los ganaderos no solo enfrentan los desafíos climáticos, sino que también lidian con un aumento en los costos de producción. Los precios de los alimentos para animales y otros insumos han subido, exacerbando la crisis económica del sector. Además, la inseguridad en la región, con la presencia de grupos armados que extorsionan y amenazan a los productores, agrava aún más la situación. La proximidad a la frontera con Venezuela y la falta de controles fitosanitarios en el país vecino añaden un riesgo sanitario significativo, aumentando la vulnerabilidad del ganado a enfermedades.
Acciones y alertas emitidas
Ante esta situación, los ganaderos, en coordinación con las autoridades ambientales y los organismos de socorro, han emitido una serie de alertas para prevenir mayores daños. Tarsicio Celys destacó que ya se han comunicado las recomendaciones necesarias a las autoridades para mitigar los efectos de la sequía y evitar una crisis mayor en el sector. Sin embargo, la preocupación persiste, ya que las soluciones a largo plazo aún no están claras, y el impacto del cambio climático sigue siendo una amenaza constante.
Por otro lado, las autoridades de gestión del riesgo y del desastre han advertido que, aunque las lluvias se intensificarán hacia mediados de septiembre, esto podría no ser suficiente para revertir los daños causados por la sequía. De hecho, en municipios como Arboledas, Toledo y Tibú, las lluvias ya han causado daños estructurales y en las vías, lo que agrava aún más la situación de vulnerabilidad en la región.