Al menos 6 incendios han provocado la pérdida de más de 12 hectáreas en Cundinamarca. Fuentes hídricas, material vegetal, cultivos y hatos de leche resultaron afectados. Ganaderos hacen un llamado “urgente” al Gobierno para que intervenga. Oscar Alvarado, ganadero y miembro de la Defensa Civil del municipio de Gachancipá, forma parte de los 20 voluntarios que trabajaron en la reducción del incendio que se originó en la vereda Nemogá, entre Suesca y Nemocón. El incendio comenzó el pasado 2 de febrero al mediodía y solo hasta el pasado miércoles en horas de la tardelograron controlar casi en su totalidad. (Lea: Ganaderos del occidente boyacense se sienten olvidados por el Gobierno) Alvarado reportó que el impacto ambiental es considerable porque se redujeron los nacimientos de agua de la zona que son usados por la población y las ganaderías. Andrés Santander, administrador agropecuario, ganadero y agricultor en Nemocón, describió que llegó a su predio en horas de la mañana el pasado 3 de febrero y desde la ventana de la casa de la finca alcanzó a ver 15 fanegadas de pinos y acacias, material vegetal que protegía de la erosión a la región, comprometidas por las llamas. De igual forma, aseguró que no podía respirar adecuadamente por la presencia de humo que también han inhalado las vacas, que en consecuencia padecerán episodios de estrés y no podrán consumir el poco pasto que hay en la zona, llegado el caso se encuentre cubierto de restos de cenizas. Santander indicó que el incendio llegó a estar a tan solo 300 metros de varios predios en donde además de ganado de leche, se hallan zorros, faras y cultivos de papa. Ante eso, recalcó que persiste la preocupación, especialmente por las altas temperaturas que se han registrado en Cundinamarca. (Lea: A través de WhatSApp, ganaderos oran ante la escasez de lluvias) “Se ve un círculo impresionante de fuego. Acá no se puede ni respirar, estamos a nada del incendio, como a 50 pasos sin exagerar”, dijo Santander el pasado martes en la tarde, luego de precisar que su finca está en la vereda Susatá, en Nemocón, donde los reportes indican que al menos 12 hectáreas habrían sido reducidas por el fuego. Agregó que ha sido “difícil bajar al potrero” porque el humo del incendio cubre el área. “Con el humo, el CO2 aumenta y los animales se empiezan a estresar. Hay poco pasto y estamos suplementando”. Los nacimientos de agua ubicados cerca de la finca de Andrés Santander están protegidos con zarzamora y otras especies nativas, pero esperan que no se vayan a afectar estos bosques que forman parte del proyecto ambientalChecua, que se desarrolla en un convenio colombo-alemán suscrito entre la Corporación Autónoma Regional de las cuencas de los ríos Bogotá, Ubaté y Suárez y la entidad estatal alemana GTZ. Ante los hechos del incendio y la prolongación de la sequía, Andrés Santander dijo que no han recibido ayuda del Gobierno pese a que se formalizó la petición y están en un área declarada de emergencia. (Lea: Medidas para enfrentar el fenómeno de El Niño) “Estamos llamando al Gobierno pero no se han pronunciado con ayudas (…) Estamos tarde para que lleguen. Mal o bien yo tengo soca, pero los animales se van a empezar a morir. Van a dar auxilios en 2 años y ya para qué”, apuntó. Escuche las declaraciones del ganadero Andrés Santander
Gustavo Forero, miembro del Comité de Ganaderos del Área 5 en Cundinamarca, expresó que si siguen las llamas los predios deberían desocuparse pero los productores no tienen sitios a donde desplazar las vacas. “Los ganaderos no tienen ni idea a dónde llevar el ganado. La preocupación de todos en las zonas afectadas es porque no hay agua, comida. Y ahora tenemos heladas e incendios”, subrayó.