La expansión de la minería a lo largo de dos décadas, la falta de políticas del Estado para erradicar plagas, enfermedades y hacer más competitivos los productos son los puntos de quiebre del sector agropecuario en el Cesar.
Según el último reporte de la Red Colombiana Frente a la Gran Minería, el Cesar tiene 2 millones 290 mil 500 hectáreas, de las cuales el 75% era cultivable en 1950 y de esas el 52% se dedicó a la producción de algodón.
En la década de los noventa, 61 mil hectáreas eran de algodón y 234 mil se destinaron a la agricultura. Veintidós años después, solo 3.600 alcanzaron cultivos de la fibra y 75 mil 900 a productos agrícolas, lo que representa una caída del sector del 67%.
Maryis Pacheco, miembro de la Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional, Capítulo Cesar, explicó que el detrimento de la producción agrícola en la zona se debe al auge de la minería de carbón con presencia de las multinacionales Drummond, Glencore y Colombian Natural Resources.
Pacheco agregó en el informe que Cesar se convirtió en el primero productor nacional de carbón, luego de que en 1990 la producción fuera de 800 mil toneladas, 10 años más tarde llegara a 13 millones y en 2011 aumentara a 44 millones, lo que corresponde al 51% del mineral del país.
“Si bien el Cesar ha logrado una expansión económica con la producción de carbón, no se han tenido en cuenta las consecuencias y las pérdidas de los cultivos de los agricultores del departamento”, aseveró la miembro de la Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional.
La gobernación del Cesar coincidió con el análisis de la Red Colombiana por las afectaciones que la minería ha generado en corrientes hídricas y por la contaminación al aire y predios cultivados. (Lea: Sector minero presentó balance general durante Congreso Minería a Gran Escala)
El ingeniero agrónomo de la Secretaría de Agricultura del Cesar, Dagoberto Poveda, dijo que es desalentador el panorama frente a las políticas de control de la extracción de carbón y la única apelación se hace a los ministerios de Medio Ambiente y Minas y Energía que tienen la función de preservar el medio ambiente.
Aún así, Poveda no culpó a la minería como el único problema que altera el sector agropecuario. A ella le sumó el quiebre de la ganadería con la baja del precio de la leche y la carne pagada al productor y por las amenazas de importación de lácteos con la entrada de los TLC.
Por otro lado se tienen las plagas que no han sido controladas. La palma de aceite es el producto más relevante del Cesar con 70 mil hectáreas sembradas. Sin embargo, la enfermedad del cogollo ha impedido que se dispare su óptima comercialización.
La producción de café se ha visto afectada por la broca y la roya, el arroz por bacteriurias, las frutas por hongos y el cacao por la monalonion. (Lea: Revaluación ha castigado ingresos de los productores palmeros).
La producción de algodón disminuyó por la minería y los precios incompetentes en los mercados extranjeros. En 2012, Cesar tenía 4.200 hectáreas cultivadas con el producto.
“El departamento ha hecho esfuerzos para mitigar los daños, pero no son suficientes. Es necesario que el Gobierno nacional con sus Ministerios hagan cambios en las políticas para proteger al sector agropecuario”, señaló Poveda. (Lea: Producción carbonífera colombiana llegó a 89,2 millones de toneladas en 2012)
La Unidad de Planeación Mineroenergética informó que la actividad minera en el departamento está concentrada en los municipios La Jagua de Ibirico, Becerril, El Paso, Chiriguaná y parte de Codazzí, y el territorio entre la Serranía del Perijá. Mientras que el Valle del río Cesar es estratégico para la agricultura por la calidad de su suelo y el agua.
“En el centro del Cesar hay 250 mil hectáreas concesionadas a la minería del carbón que afectan la frontera agropecuaria”, agregó el ingeniero agrónomo.