América Latina se enfrenta a un panorama climático preocupante ante la posible llegada del fenómeno de La Niña. Expertos reunidos recientemente en la sede de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en Ginebra han señalado que este fenómeno podría traer consigo una alta variabilidad climática, impactando severamente a diversas regiones del continente.
Fenómeno de La Niña y sus implicaciones
José Luis Stella, del Centro Regional del Clima para el sur de América del Sur, expresó su preocupación sobre la transición rápida y extrema entre estos fenómenos climáticos. Según Stella, venimos de tres años de una La Niña prolongada que trajo consigo sequías históricas y extremas, seguidas de una rápida transición a El Niño. Ahora, nuevamente, enfrentamos la transición a La Niña con una variabilidad climática muy rápida.
Explica que La Niña parte del fenómeno El Niño-Oscilación Sur (ENOS) y se caracteriza por una reducción de las temperaturas en las regiones central y oriental del Océano Pacífico ecuatorial. Este fenómeno alterna con El Niño, que tiene el efecto contrario al elevar las temperaturas. Ambos fenómenos tienen un impacto significativo en el clima global y regional, presentándose cada dos a siete años.
Impacto en el Caribe: Huracán Beryl
La situación en el Caribe es particularmente alarmante con la reciente formación del huracán Beryl, que ha alcanzado la categoría cinco, la máxima en la escala de huracanes. Este evento, que se dirige hacia Jamaica, marca un momento para la región, ya que nunca antes se había registrado un huracán de tal intensidad en esta época del año en el Atlántico. Rodney Martínez, representante de la OMM para América del Norte, Central y el Caribe, advirtió sobre una temporada de huracanes "muy peligrosa".
Karina Hernández, del Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica, destacó que aunque hay un aumento en la actividad de huracanes, aún no hay un consenso regional sobre cuán más activa será la temporada en comparación con años anteriores. Las temperaturas en el Mar Caribe y el Atlántico han estado y continúan calientes, lo que sugiere una temporada de huracanes más activa de lo normal.
Colombia: Preparativos y prevención
En Colombia, la transición a La Niña también es motivo de preocupación. El país ha experimentado eventos climáticos extremos en el pasado y debe prepararse para enfrentar las posibles sequías y lluvias intensas asociadas con este fenómeno. Las autoridades meteorológicas colombianas están en alerta y han comenzado a tomar medidas preventivas para mitigar los impactos potenciales. La combinación de sequías y lluvias intensas puede tener consecuencias devastadoras para la agricultura, la infraestructura y la salud pública.