Este 26 de mayo, corredores, aficionados y protectores del ambiente, de todas las edades, corren por los boques, el agua y el aire de Antioquia. Por cada inscripción se sembrarán 3 árboles bajo el esquema de restauración ecológica, en reservas naturales, para una meta mínima de 7.500 especies.
Los bosques han acompañado la historia del ser humano, brindándoles su protección y energía, y han sido respetados y venerados por numerosas culturas y tradiciones. Infortunadamente hoy sólo parecen interesar a las grandes industrias madereras, empeñadas en explotarlos. (Lea: Carrera verde, una iniciativa a favor de los bosques)
El mundo perdió 15,8 millones de hectáreas de bosque tropical en 2017, es decir que se perdieron 32 hectáreas cada minuto durante un año. Y según datos del Global Forest Watch, 2016 y 2017 han sido los años con peores cifras registradas desde 2001.
En el caso de Colombia, según Juan Pablo Ruíz, experto ambientalista, “Colombia podría perder cerca de un millón de hectáreas de bosque durante los próximos cuatro años, lo que representaría eliminar del territorio una mancha verde con más de 14 mil millones de árboles, animales y plantas y hogares de pueblos indígenas. Esa hecatombe ambiental podría materializarse con el cumplimiento de una meta del actual Plan Nacional de Desarrollo, la cual busca que la tasa de deforestación no supere el 23 %, es decir 220 mil hectáreas boscosas anuales”.
Además, el Sistema de Alerta Temprana de Medellín y Valle de Aburrá de marzo 2019, evidenció que de 19 estaciones poblacionales que miden la calidad del aire, 16 llegaron a color rojo, lo que ha causado una alerta por alta contaminación. (Lea: Los bosques, sistemas vitales y adaptables a la innovación)
“La salud de los bosques, de nuestros ecosistemas, impacta directamente en nuestro bienestar, en nuestra economía, en nuestra agricultura. Este es un llamado a que juntos hagamos un gran movimiento por la restauración y conservación de estos ecosistemas vitales”, resaltó Elsa Matilde Escobar, directora ejecutiva de Fundación Natura.
Por esta razón se unen: sociedad civil, gobierno, academia y sector privado, a esta iniciativa, que incluye distancias de 10K de forma competitiva y 3K para la familia y recreación.
“La Carrera Verde es muy importante para Corantioquia, no solo porque es la oportunidad mostrar la suma de tantas voluntades para seguir generando conciencia y cultura ambiental, sino porque efectivamente con esta iniciativa contribuimos a avanzar en la protección de nuestros ecosistemas. Nos alegra mucho saber que los árboles que entregamos desde nuestra entidad aportan a la articulación interinstitucional en estrategias de reforestación y lucha contra la pérdida de nuestros bosques; esa será siempre una acción en la que pondremos todo nuestro compromiso institucional”, resaltó Ana Ligia Mora Martínez, directora general de la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia. (Lea: Cómo hacer que la ganadería sea amiga de selvas y bosques)
“Esta es una apuesta comprometida y clara del sector privado. Para nosotros es muy importante ir más allá de la compensación ambiental obligatoria y trabajar voluntariamente en pro de la restauración y la conservación”, agregó María Camila Villegas, directora de Conservación, de la Fundación Grupo Argos.
Una experiencia de nivel internacional
Es la única carrera con certificado Carbono Cero en el mundo, además de tener el sello INSPIRE Gold del Council for Responsible Sport.
Además, en 2019, la Carrera Verde se complace en presentar una experiencia atlética de nivel internacional, gracias a la tecnología de ChronoTrack y Athlinks, utilizada en maratones como la de Nueva York.
Si desea participar en la competencia y dejar su granito de arena, puede hacerlo a través del siguiente enlace. (Lea: Los bosques en Guaviare tienden a desaparecer)