El desbordamiento del Río Ranchería ha generado no solo daños materiales en infraestructura y vías, sino también un impacto devastador en las comunidades locales y su economía. La comunidad de Cucurumana ha reportado la trágica muerte de más de 30 chivos, que quedaron atrapados en sus corrales cercados por alambres púas, sin posibilidad de escapar ante el rápido ascenso del agua. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué está pasando con el clima en Colombia?: pronóstico y alertas para noviembre 2024)
Según algunos testimonios de los habitantes, algunos animales murieron ahogados, mientras que otros fallecieron por las heridas causadas al intentar huir de las cercas.
Estas pérdidas representan un golpe para la economía local, ya que la venta de carne caprina es una de las principales actividades económicas de estas comunidades.
En medios nacionales se ha encontrado el testimonio de una líder indígena de la región, quien expresa que “son más de 50 familias que dependen de esto y del cultivo. Hoy no tenemos materia prima para comercializar; la lluvia se lo ha llevado todo”.
El alto nivel de las agua ha obligado a muchas familias de Cucurumana y otras zonas afectadas a abandonar sus hogares, dejando atrás sus pertenencias y la estabilidad de su vida cotidiana.
A pesar de sus esfuerzos por llevar ayuda humanitaria al departamento, los habitantes de Riohacha sienten que la atención se ha concentrado en la Alta Guajira, dejando a otras zonas en un estado de abandono.
De acuerdo a una información brindada por el Gobernador de La Guajira Jairo Aguilar Deluque, en toda La Guajira, las lluvias han dejado a unas 195.000 personas afectadas, especialmente en la Alta Guajira, donde los desbordamientos han cortado las vías de acceso, dificultando el ingreso de alimentos y medicamentos.
Aunque se han llevado a cabo evacuaciones de emergencia, como la realizada en helicóptero para siete personas, la situación sigue siendo crítica. En las zonas rurales, además de la pérdida de animales, las comunidades reportan que los cultivos han sido arrasados por los arroyos.
La escena en las áreas afectadas es desoladora: cadáveres de animales amontonados, comunidades desplazadas y familias enteras sin sustento económico. La crisis exige una respuesta integral que abarque tanto las necesidades inmediatas como soluciones a largo plazo para prevenir desastres similares en el futuro.
La Gobernación de La Guajira ha dispuesto a la Dirección Operativa de Prevención, Emergencias y Desastres de La Guajira para que mantenga un monitoreo permanente en colaboración con los municipios, asegurando que se identifiquen y atiendan con prontitud las necesidades de cada comunidad. (Lea en CONtexto ganadero: Qué hacer para prevenir inundaciones en las fincas)