180 fanegadas del Valle de Ubaté presentan problemas de encharcamientos, allí se encuentran algo más de 400 bovinos con estrés, enfermedades y falta de comida. “Las lluvias intensas que están cayendo sobre el Valle de Ubaté, han generado encharcamientos –también llamados espejos de agua- en algunas de sus regiones lo que se considera una coyuntura difícil para la ganadería de esta cuenca lechera del país”. Así lo informó Giovanni Pinilla, médico veterinario, ganadero y presidente de la Asociación de Ganaderos de Ubaté, quien agregó que existe un régimen de lluvias bastante alto que ha llegado a registrar los 160 milímetros para marzo y abril respectivamente. (Lea: Ganaderos del Valle de Ubaté preocupados por las intensas lluvias) Según el dirigente, hay un sector del Valle de Ubaté llamado Capellanía donde hay encharcamiento de las fincas, eso se atribuye a que en el verano se generaron grietas en las praderas, por lo que al comenzar las lluvias, hicieron resurgir agua sobre las mismas y eso las ha afectado de manera considerable. Dijo que actualmente se encuentran encharcadas más de 180 fanegadas que colindan con la Laguna de Fúquene en las que se albergan cerca de 400 bovinos. Agregó que los ganaderos se han visto obligados a buscar pasto en otros lugares debido a que los bovinos no consumen pasto mojado, y además de eso, presentan enfermedades por las cojeras. Adicionalmente registran estrés porque no se pueden acostar. "Les gusta después de comer echarse a rumiar, pero no lo hacen en sitios húmedos y prefieren las zonas secas que no las tenemos, de hecho, hay noches en las que llueve todo el tiempo”. (Lea: Cambio climático afecta cada vez más a los ganaderos del país) Estas circunstancias generan estrés en las vacas, y a su vez, mono supresión y son susceptibles a que cualquier enfermedad les pueda llegar. Sobrecostos Manifestó que “los ganaderos están agobiados porque han visto disminuir la producción y tuvieron que desplazar a sus animales hacia otras regiones cercanas en busca de comida. Esto hace que se generen sobre costos en el negocio, incluso el pasto en las zonas secas se encarece. Igualmente, se ven obligados a acudir a la suplementación alimenticia. “No me atrevo a decir que se presenta actualmente una disminución drástica de la producción de leche, pero si continua ese nivel de las lluvias la ganadería de esta región se vería en circunstancias más complicadas", sostuvo. Resaltó que el Valle de Ubaté tiene igualmente zonas de ladera donde hay pasto, no se encharcan y los pequeños productores que se encuentran en ellas, se ven beneficiados en periodos de lluvias tan intensas como las de ahora. (Lea: Heladas degradan pastos en Cundinamarca y Boyacá) Destacó “la gestión de la CAR, que ha venido haciendo limpieza del río Ubaté con la eliminación del buchón, es decir, la hierba y enredaderas de esta planta, que crecen en los lados del río y usualmente van a parar a la Laguna”.