Con la implementación del sistema agroforestal, Germán Gómez, ingeniero agrónomo y ganadero de Barrancabermeja, colabora con la conservación del medio ambiente en la región y aumenta su producción de ganado cebú.
¿Cómo aumentar el peso del ganado logrando disminuir la emisión de dióxido de carbono (CO2)? Fue la pregunta que un día se planteó Germán Gómez, ingeniero agrónomo y ganadero del municipio de Barrancabermeja. “Llegué a la conclusión de que había que tecnificar la finca, entonces tenía que duplicar la carga haciendo divisiones, para que el ganado camine menos y coma más”, comentó.
¿Pero cómo disminuir la emisión de dióxido de carbono? Gómez plantó árboles de doble propósito, como el caucho, el roble y el eucalipto, “los efectos son importantes porque capturan en sus raíces el CO2, emitido por el hombre y los animales, creando una condición de microclima especial sobre el suelo y el pasto; junto con las 1.400 horas de brillo solar que recibe el pasto, se conserva la humedad del suelo y el animal tiene mejores condiciones alimenticias y saludables”, explica Pedro María Sánchez, consultor y capacitador de Tecnigán en sistemas silvopastoriles.
Germán dividió las 230 hectáreas que tiene su finca, en cuadrillas, sembró árboles a una distancia de 13 metros y el espacio que queda lo utiliza para que el ganado paste, “al rotar el ganado diariamente, se mejora el manejo de praderas y aumenta la capacidad de carga en la finca, por lo cual, habrá más concentración de animales y cada res abonará justo en el lugar donde está pastando”, argumenta.
Una iniciativa propia
Germán y Pedro se conocen desde hace 20 años. Ambos son ingenieros agrónomos y el tema ganadero está en sus venas, “hace 2 años supe del proyecto ,entonces le dije que este trabajo requería meterle el ingrediente de los datos, del análisis, porque él lo montó con una iniciativa propia y sin intención de masificarlo”, cuenta Sánchez.
‘Las delicias’ hoy es una finca modelo. Desde hace 5 meses cuenta con el apoyo de Tecnigán en la asistencia de sistemas silvopastoriles. Allí, además, se llevan a cabo capacitaciones, con el ánimo de dar a conocer la información para todo aquel que quiera implementar este novedoso sistema en sus empresas ganaderas.
El lugar también hace parte de la dinámica académica. Estudiantes de veterinaria de la Universidad de La Paz, en Barrancabermeja, contribuyen en la recolección de información, al tiempo que hacen de este aprendizaje su trabajo de grado.
Fueron 4 años de plantación de árboles y hasta ahora se empiezan a recoger los primeros resultados: la madera además de ser rentable, contribuye con el mejoramiento del medio ambiente y mejora la alimentación del ganado cebú.
“Esa es una tendencia, no una moda, porque la FAO ha demostrado que hay un impacto ambiental con la actividad ganadera y una forma de mitigarlo es capturando el gas que hace efecto invernadero que es el CO2”, concluyó Pedro María Sánchez.