En general, los productores celebran la llegada de las lluvias, que hacía falta en zonas especialmente secas. Sin embargo, las autoridades han hecho un llamado para estar alerta ante cualquier emergencia por la temporada invernal.   Así como en toda la región Andina y en gran parte del país, en Boyacá comenzó la época de precipitaciones que se prolongará durante abril y mayo según los pronósticos. (Lea: Productores en Boyacá recibirán nuevo sistema de enfriamiento de leche)   No obstante, la situación es menos crítica en este departamento, que está en alerta naranja por la probabilidad de creciente súbita de los ríos que podrían afectar zonas urbanas y rurales en los 123 municipios que lo componen.   De acuerdo con el Ideam, el nivel de alerta bajó porque han disminuido las lluvias en las cuencas alta y media del río Chicamocha, aunque no se descarta la posibilidad de inundaciones lentas que podrían generar problemas en la provincia del Sugamuxi.   Precisamente allí opera una de las asociaciones más grandes del departamento que acopian leche. Se trata de la Asociación Agropecuaria de Productores y Comercializadores de Nobsa, Iza, Tibasosa y Sogamoso, Agronit. (Lea: Productores en Boyacá se sienten desprotegidos por el Gobierno)   Contrario a la alarma que ha generado el invierno, Carlos Ramírez, gerente de Agronit, sostuvo que esperaban el agua desde hace varias semanas, pues las reses se estaban quedando sin forraje en los potreros para alimentarse.   “Ahora está lloviendo, pero hace 15 días estábamos en una situación tenaz por la falta de pastos. De hecho, todavía lo estamos, pues por más que llueva, la escasez de comida se ha acumulado, lo que afecta al productor y a la asociación”, comentó.   En su caso particular, si bien lograron la aprobación de unos recursos de la Agencia de Desarrollo Rural para mejorar uno de los 2 centros de acopio que manejan, todavía tienen muchas necesidades. (Lea: Productores de Boyacá temen posible reducción en pago de leche)   “Nos falta maquinaria y genética para mejorar la calidad de la leche. Más que capacitación, porque los productores ya han asistido a talleres, falta aplicar todo ese conocimiento y la tecnología. Esto se debe a que el 80% de nuestros ganaderos son pequeños, que están más expuestos a las condiciones de baja productividad en sus hatos”, comentó Ramírez.   Estas necesidades se harán más vigentes cuando arrecie el invierno, pues si se llegan a presentar inundaciones, los campesinos no saben cómo mitigar el impacto y la producción o el acopio de leche comenzarán a disminuir. Por ejemplo, como apuntó el gerente de Agronit, las vías se deterioran, y a pesar de que cuentan con una red vial adecuada, todavía hay carreteras terciarias que se dañan con los aguaceros.   "Las vías secundarias están relativamente bien. Donde empieza a haber problemas es en las vías veredales. Hay unas que están más o menos en buen estado, pero hay otras que estaban mal, y que con el invierno, se pondrán peor", concluyó.