Ganaderos del departamento aseguran que existe un inmenso grupo que busca acomodar el precio del líquido pagado al productor para su beneficio, lo que está quebrando la industria en la región.

Durante la tercera semana de 2014, los ganaderos del departamento de Cundinamarca lanzaron una llamada de alerta para dar a conocer una situación que día a día está acabando con la producción de leche en la región: el lacto-tráfico.

El ganadero cundinamarqués, Rafael Micán, le dijo al medio digital Confidencial Colombia, que la caída en los precios del producto en el departamento, era consecuencia de las continuas amenazas que los traficantes del lácteo realizan para que no sean descubiertos. (Lea: Contrabando desde Venezuela, la piedra en el zapato de ganaderos)

“Desde hace muchos años viene el problema. Toda la vida ha sido así: se trata de hacer cooperativas y ellos a bombardearlas a como dé lugar y mejoran los precios momentáneamente para acabar con el movimiento cooperativo. En síntesis, buscan que no haya solidaridad de los productores. En el caso de la leche, manejan los precios a su conveniencia con determinadas personas”, explica el productor bovino.

Ante esta denuncia, fuentes cercanas al gremio bovino del país aseguran que en el departamento las empresas que compran la leche a los productores lo hacen con un acuerdo de palabra, sin conocerse nunca un contrato formal por escrito.

“Todas las pasteurizadoras, cuando quieren, le bajan $20 pesos al litro de leche pagado al productor; a veces ni avisan que harán estas rebajas. A los ganaderos les toca aguantarse”, señaló esta persona.  

Para Juan Bernardo Villegas, vicepresidente de la Cámara Gremial de la Leche, el tema de no poder procesar leche por los conductos regulares que exige la industria se debe a la falta de capacidad instalada en las fincas lácteas. (Galería: La informalidad, un fenómeno que afecta al ganadero y al consumidor)

“Los ganaderos pequeños que no tenemos posibilidad de enfriar la leche, por eso tenemos que someternos a la comercialización a través de un intermediario, porque no hay cómo las empresas pasteurizadoras lo hagan. Es un tema de estructura, de producción de cada una. El 50% de la leche de este país se procesa por conductos no regulares y se debe a la capacidad instalada”, sostuvo Villegas.  

El ganadero denunciante asegura que los lacto traficantes en la región se quedaron, desde hace mucho tiempo, con la rentabilidad del sector ganadero y asegura que la única forma de enfrentar los Tratados de Libre Comercio, TLC, que ha suscrito el país, es por medio de las cooperativas y aplicando modelos solidarios de asociatividad.

“Con los TLC, sea con Europa o con los Estados Unidos, las cosas tienden a agravarse aún más. Si el Gobierno Nacional establece controles serios y eficientes al contrabando, podría irnos mejor, porque aparte de lo que va a entrar legalmente, entendiendo que son compromisos adquiridos,  no se puede descartar que los vivos aprovechan eso para meter más de la cuenta y hacer su agosto”, concluyó Rafael Micán. (Galería: Colombia, el segundo país más caro para producir leche en América)

Frente a esto, Esteban de Jesús García Camargo, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, explicó que los productores del departamento en muchas ocasiones han solicitado vigilancia en los costos lácteos.

“Los ganaderos lácteos de Cundinamarca aseguran que no hay quién venga y realice una visita para acordar unos precios estables para los productos lácteos”, acotó el funcionario de Fedegán.