Los productores han tenido que venderles su materia prima a los populares jarreros quienes son los que dominan y establecen el precio final a pagar por el lácteo. Para los ganaderos es casi una utopía que el valor de la leche suba a partir del mes de marzo.   Los meses de enero y febrero tradicionalmente no son sencillos para los ganaderos de Putumayo, pues mientras varias regiones del país deben padecer con el verano, unas fuertes lluvias solían presentarse al inicio de cada año. Sin embargo, en lo corrido de 2017 el clima ha sido benéfico con los productores quienes han podido mantener en buen estado corporal sus especies y el volumen de la leche ha sido muy favorable.   A pesar de esto, los ganaderos tienen un inconveniente desde hace años y es la falta de empresas acopiadoras a las que se les pueda vender su materia prima a un precio justo. Esa situación se debe a la violencia que durante años sufrió el departamento y la ausencia de carreteras en buen estado que faciliten la entrada o salida de carros recolectores. (Lea: Por invierno, producción de leche cae 40 % en Valle del Sibundoy)   Liderman Salazar, presidente del Comité de Ganaderos de Puerto Asís, Coganasis, Putumayo, explicó que los cruderos son los únicos que se encargan de recoger el lácteo producido en la zona, por ende establecen el precio a pagar por la materia prima y pocas veces reconocen una tarifa justa o un incremento. Esa dificultad desestimula la lechería e invita a que los empresarios pecuarios opten por la cría o el levante.   El dirigente reconoció que los ganaderos también tienen cierta responsabilidad en esa falencia que tiene el departamento, pues la producción (5.000 litros diarios en Puerto Asís) no es muy alta, hecho que tampoco ha motivado a alguna empresa a suscribir un convenio de compra. Por eso los acopiadores informales son los únicos que adquieren el lácteo y lo transforman en quesos frescos. (Lea: Baja la producción láctea por inundaciones en Valle de Sibundoy)   “La violencia en su momento sí fue un factor bastante complicado, el conflicto siempre ha perjudicado mucho a la región, por lo que con el proceso de paz y la posible desmovilización de las Farc debemos empezar a trabajar en la certificación de predios libres de brucelosis, tuberculosis y Buenas Prácticas Ganaderas, para obtener una leche de alta calidad que sea atractiva para el mercado. No obstante, es un tema en el que requerimos el impulso del Gobierno”, apuntó.   En tanto, Davilco Montoya, ganadero ubicado en Puerto Leguízamo, aseguró que si en Puerto Asís que es la capital comercial del Putumayo hay inconvenientes para establecer empresas lecheras, en la población en la que habita es aún más complicado pues la forma de llegar es vía fluvial o aérea, hecho que dificulta aún más que a la zona vayan a recoger el lácteo.   Para Montoya la ausencia de vías de transporte ha retardado la llegada de grandes industrias que sean capaces de recoger la producción del departamento. (Lea: Putumayo apunta a reconversión ganadera y medioambiental)   “En nuestro caso la situación es más grave y ni modo de hacernos ilusiones porque no tenemos ni siquiera una vía carreteable, porque la única es fluvial. Sí Puerto Asís y las demás zonas no han podido acopiar su producción, menos nosotros que estamos totalmente aislados”, lamentó el productor.   Ambos productores reconocieron que la ausencia de mercado también afecta la llegada de industrias lecheras, pues su única alternativa es satisfacer la demanda local y confiar en que el departamento avance hacia el posconflicto para que las empresas del sector se interesen por el lácteo putumayense.