La trazabilidad no solamente consiste en la identificación de animales con los dispositivos o chapetas y el registro en bases de datos, pues incluye otros factores que son indispensables para el buen funcionamiento de un proyecto de tal envergadura. En Colombia, la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) inició el programa de trazabilidad bovina con la necesidad de conquistar mercados internacionales que solicitan este requisito para la comercialización de productos de origen animal. Así pues, nació la Ley 914 de 2004, que creó el Sistema Nacional de Identificación e Información de Ganado Bovino (Sinigan), que Fedegán operó desde 2008 hasta 2012. (Lea: 2018 concluirá con más de 4 millones y medio de bovinos trazados) En ese año, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) asumió el manejo bajo el programa IdentifICA, dando cumplimiento a la Ley 914 así como a la Ley 1659 de 2013, que dio origen al Sistema Nacional de Identificación, Información y Trazabilidad Animal. Si bien este programa se caracteriza por la aplicación del Dispositivo de Identificación Nacional (DIN), este es apenas uno de los múltiples aspectos que lo componen, como señaló Javier Daza Pavajeau, director del programa IdentifICA. “(La trazabilidad) incluye llevar unos controles efectivos en la movilización y comercialización para garantizar la inocuidad, porque todos esos factores van de la mano”, indicó el funcionario. (Lea: Trazabilidad bovina en Colombia, un deber del ICA y de los ganaderos) De acuerdo con Daza, es imperativo que los ganaderos reporten la información de manera oportuna y constante para registrar las variaciones en el número de animales identificados, incluyendo los que son llevados a frigoríficos y los que mueren de forma natural. Por ejemplo, el programa se ha centrado en consignar la información de vacas más que en los toros, pues como explicó el gerente del IdentifICA, “las hembras tienen un periodo de vida más largo que el de los machos, pues esos los destinan como reproductor o para sacrificio”. “Con la población de hembras también se hacen cálculos del hato ganadero. Si hay 20 millones y la mitad son mayores de 24 meses, que están aptas para reproducción, ya se sabe que al año deben nacer 10 millones, menos la mortalidad que es del 10%, resultan 8 millones de nacimientos”, añadió. Daza también contó que el programa también tiene en cuenta a los animales identificados que van a mataderos, y otras eventualidades, como cuando se pierde una chapeta en un predio o en una subasta. (Lea: Solicitan que Fedegán administre la vacunación, trazabilidad y guías de movilización) “Todas estos dispositivos se tienen que dar de baja. No tengo un control del 100%, pero la gran mayoría de la información está registrada. Todo esto es trazabilidad, porque no solamente consiste en poner el DIN”, concluyó.