La huella que dejó el trabajo de este ganadero y su padre Francisco García no tiene par en la historia de los toros en Colombia. El gremio lamentó el fallecimiento del propietario del hierro Vistahermosa. En 1929, el español Francisco Javier García llegó al país como ayudante de un mayoral de un ganado de importación que llegó a la Costa Atlántica de Don Fernando Vélez Daniés. En esa época, llegaron 4 toros de Florentino Sotomayor, llamado Bilbaíno, Indiano, Polluelo y Querencioso. A principios de los 30, don Francisco comenzó a trabajar con don Ignacio Sanz de Santamaría, dueño de la mítica ganadería de Mondoñedo, en la sabana de Bogotá. Cuando el país atravesó la crisis económica de esa década, don Ignacio le otorgó a don Francisco algunos ejemplares como pago por los servicios prestados. Fue así como nació la ganadería Vistahermosa en 1931, que junto con la de Mondoñedo, constituyen los hierros más tradicionales y representativos de la ganadería de lidia. (Lea: Auguran éxito total en regreso de corridas de toros a Bogotá) El español adquirió sus propios toros del encaste Santa Coloma, que son con los que ha trabajado la ganadería desde esa época. Años más tarde, en la década de los 50, decidió regresar a su natal Sevilla y dejó encargado de la finca a su hijo don Antonio García, que bajo su legado se convirtió en una de las más famosas de Colombia. Miguel Gutiérrez, presidente de la Asociación de Criadores de Toros de Lidia de Colombia, Astolco, habló para CONtexto ganadero sobre el legado de este ganadero y de toda su familia. (Lea: El toro bravo más grande que se ha lidiado en la historia de las corridas) “Antonio era un amante de un gran encaste, el Santa Coloma. Además fue artífice de una época de oro que tuvo la ganadería cuando estaban los hermanos Lozano, grandes empresarios ganaderos y dueños de la empresa Escol”, dijo. El dirigente gremial recordó con nostalgia esos tiempos dorados, en los que don Antonio se destacó por su labor y empeño en el ámbito ganadero. “Esa también fue la época más importante de Palomo Linares, que estaba en furor en ese momento. Fueron muchísimas las tardes de unos triunfos extraordinarios de Bogotá con los toros de Vistahermosa”, agregó. (Lea: 5 grandes escritores apasionados por la fiesta brava) También hizo referencia a aquella tarde del 12 de diciembre de 1972, cuando los toros de la ganadería marcaron un hito, pues 3 de ellos fueron indultados. Aunque hubo polémica, los toreros Palomo Linares, Santiago Martín ‘El Viti’ y Enrique Calvo ‘El Cali’, y el mismo Antonio García salieron en hombros de la plaza de la Santamaría. Por su parte, Raúl García, amigo de infancia de don Antonio y veedor de la plaza de toros de Medellín, rememoró la importante labor de este ganadero. “Cuando su padre se devolvió para España, Antonio fue el que estuvo al frente de la ganadería, el que llevó a donde estuvo, además fue una de las ganaderías rectoras en Colombia. Toda su vida estuvo frente a esa ganadería”, declaró. (Lea: Empezó la temporada taurina en Colombia) El veedor no ocultó la tristeza que representaba esta pérdida. “Se fue un ser humano extraordinario y se está perdiendo un gran ganadero”, manifestó. El ganadero falleció el pasado miércoles 15 de junio en Medellín a la edad de 79 años. Su cuerpo fue cremado el jueves 16 en la misma ciudad y el viernes 17 se ofició una misa en el Gimnasio Moderno a su nombre.