Casi 3 meses después de conocerse el primer foco de fiebre aftosa en el país luego de 9 años de haber sido erradicada, los productores aún no reciben el pago de los 3.325 bovinos sacrificados, una promesa que el saliente ministro de Agricultura Aurelio Iragorri no cumplirá. El país conoció la noticia del foco de aftosa reportado en el municipio de Tame, Arauca, el pasado 23 de junio. Quince días después, el 10 de julio se reportó un brote en Yacopí, Cundinamarca, y una semana más tarde, los focos de Cúcuta y Tibacuy. Para evitar la propagación del virus, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, debió implementar medidas sanitarias que incluyeron la cuarentena para las zonas infectadas y el sacrificio de los animales que mostraron síntomas, así como los que estuvieron en contacto con estos. De los 3.325 bovinos sacrificados, 297 fueron de Tame, 163 de Tibacuy, 330 de Cúcuta y 2.459 de Yacopí, en donde también se eliminaron 27 porcinos y 49 caprinos. (Lea: Ganaderos denuncian demoras en pagos de bovinos sacrificados por aftosa) Tan pronto ocurrió el primer evento en Tame, el director del ICA, Luis Humberto Martínez, afirmó que se haría la compensación de los semovientes sacrificados, tal y como lo estipula la ley. En efecto, según lo dispuesto en el Decreto 1071 de 2015 y la Resolución 1729 de 2004 del ICA, el Programa Nacional de Erradicación de la Fiebre Aftosa, dirigido por el ICA, debe indemnizar a los propietarios de los animales sacrificados. Martínez explicó que el pago se haría calculando “un estimado por precio de kilo de carne, no se paga la totalidad del animal”. El valor se haría con base en los precios que manejaba la subasta más cercana en la semana antes de presentarse el brote. El drama de perder las vacas por la aftosa Esto ha generado un gran malestar entre los ganaderos, pues han manifestado que este cálculo no les compensa los años de esfuerzos y de gastos para cada bovino, lo que desembocó en una “tragedia”, como lo calificaron pobladores en Yacopí. Ganaderos como Ramiro Bonilla* se mostraron en desacuerdo con la forma cómo el Ministerio y el ICA le iban a compensar sus animales sacrificados. (Lea: Ofrecimientos del ministro Iragorri en Yacopí y Caparrapí se quedaron en palabras) “Estamos preocupados por la situación que nos agobia por este sector. Nos quieren pagar vaca de leche al precio por kilo de vacas flacas. Conmigo, somos 4 propietarios que no queremos sacrificar nuestras vacas de leche hasta que no se haga presente un funcionario del MinAgricultura”, declaró. Según sus cuentas, por una vaca lechera que valía hasta $4 millones y medio, le iban a pagar $1 millón 400 mil por cada vaca lechera. Por cada cría, que él estimaba en $1 millón 500 mil, le iban a pagar $900 mil. Así las cosas, perdería alrededor de $19 millones. Sin embargo, no solamente habló de las pérdidas económicas, sino del grave trauma que este hecho estaba causando en los pequeños productores que tuvieron que ver con resignación cómo perdían los pocos animales que tenían. Varios audios circularon por la red social Whatsapp que detallaban esta tragedia. En uno de ellos, un hombre contaba que “a los ganaderos les ha dado duro y han llorado, las señoras se han desmayado, pero aquí no hay psicólogo, solo los del ICA”. En otro, se escucha que “para la gente ha sido traumático el sacrificio de los animales. ¿Qué posibilidad hay que haga acompañamiento una psicóloga, para que concientice a la gente? (…) El tema es delicado porque son los ahorros de toda la vida”. En definitiva, ha sido una situación crítica que no ha podido superarse, a pesar de que han transcurrido más de 2 meses desde que se presentó el primer caso de aftosa. (Lea: ¿Por qué el Gobierno lacera a un sector que tanto aporta a la economía?) Los rumores La escasa presencia de funcionarios del Ministerio de Agricultura y del ICA generó un ambiente enrarecido por la falta de información y de ayudas en Yacopí y Tibacuy, y que generó algunos rumores en cuanto al pago. El más común fue que la Cuenta Nacional de Carne y Leche, nombre que ostenta el fondo parafiscal de los ganaderos, se haría responsable de la indemnización. Así lo manifestaron varios productores afectados, así como dirigentes gremiales que habían escuchado lo mismo. CONtexto ganadero consultó con funcionarios de la CNCL, quienes revelaron que la cuenta no destinaría recursos para la compensación, pues ese trabajo le correspondía al ICA. Sin embargo, algunos propietarios de ganado han sostenido que no se trató de una confusión, sino de un cambio de parecer del Ministerio de Agricultura, como lo dijo uno de ellos: “El Gobierno, con su astucia, un día dice que paga los ganados sacrificados por la aftosa a través de la Cuenta de Carne y Leche, y ahora que lo va hacer a través del ICA”. Las promesas incumplidas Varios ganaderos declararon que a pesar de que los funcionarios del Ministerio y del ICA les aseguraron que el desembolso se haría en 3 días contados a partir de la entrega de los documentos requeridos para consignar el dinero. Las quejas se repiten en cada región donde se presentó un foco de aftosa. Edmon Gutiérrez, productor de Tame, señaló en días pasados las fallas que cometieron los funcionarios del ICA y del Ministerio a la hora de hacer el inventario de las afectaciones. “Hasta ahora el Gobierno no se ha manifestado con respecto a las promesas hechas por el ministro, y como ya se puede movilizar ganado seguramente lo dicho por Iragorri quedó atrás, pero hasta donde sé las ayudas no llegaron y tras la resolución del ICA menos las vamos a recibir”, remató. En Yacopí, los ganaderos insisten diariamente en que no han recibido ninguna contraprestación. Lo mismo dicen los de Tibacuy, que aún siguen esperando el dinero prometido. (Lea: Ganaderos de Tibacuy tampoco han recibido indemnización por sus bovinos) Jaime Rodríguez*, productor de este municipio, relató que no ha tenido noticias de cuándo le darán la indemnización por sus 15 reses sacrificadas ni de cuánto es el monto: “Han sido días difíciles, los ganaderos están muy afectados. Es una situación muy dura”. Otros se han quejado porque el Ministerio se comprometió a suspender los créditos para los damnificados, pero hasta el momento seguían viéndose obligados a cumplir sus obligaciones. Por lo pronto, los ganaderos están resignados esperando a ver algún día los recursos prometidos. * Nombre cambiado a petición de la fuente