La intensidad de las lluvias que hace cerca de 2 meses caen en esta región del país ha perjudicado seriamente las vías por las que transitan los camiones encargados de esta tarea. El sacrificio y la actividad agrícola también han resultado afectadas.   Guaviare, una de las regiones más olvidadas del país, pide por estos días que se le preste atención al delicado panorama que viven sus habitantes por cuenta del invierno.   En la región saben que todos los años se presentan inundaciones. De hecho, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, tiene establecido que el agua puede llegar hasta los 12 metros, límite que este año ha alcanzado casi los 14, por lo que en este momento hay alerta roja y son varias las fincas, potreros y pasturas que están bajo el agua. (Lea: Mientras medio país muere de sed, en Guainía y Guaviare no para de llover)   Diana Lucía Restrepo, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal, en San José del Guaviare, del Fondo Nacional del Ganado, FNG, le confirmó a CONtexto ganadero que solo hay una carretera principal y que las secundarias y terciarias se encuentran muy afectadas, situación que altera la recolección de leche.   “Los productores de leche están teniendo muchos inconvenientes para hacer llegar el producto hasta San José. Las rutas siempre salen muy temprano a recogerlo, pero solo logran volver a la capital en horas de la tarde, por lo difícil que resulta transitar en estos momentos por esas carreteras”, apuntó la funcionaria.   Aseveró también que las condiciones astillosas del suelo, difíciles de por sí, se complican mucho más por la intensidad de las precipitaciones , impidiendo que en lugares apartados se pueda a acopiar con normalidad. (Lea: Los 5 departamentos que más bovinos han desplazado por el verano)   Producto de ello, “muchos productores se ven obligados a quedarse con el producto, algunos lo cuajan para hacer quesos, pero de todas maneras es mucho el líquido que se pierde”, reseñó Restrepo, quien de paso señaló que el problema se extiende a quienes esperan camiones para cargar ganado y llevarlos a sacrificio.   Pablo Romero, productor bovino ubicado en esta zona del país, en la que los sistemas productivos ganaderos se encuentran ubicados a orillas del río Guaviare, le dijo a este medio que son muchos los ganaderos que en estos momentos buscan movilizar sus  animales a territorio seco para tratar de suministrarles alimentos.   Según comentó, en los semovientes de Guaviare ya se pueden evidenciar con facilidad “enormes pérdidas de peso, abortos por doquier, animales enfermos y todo eso representa disminuciones sensibles en la rentabilidad. Es casi como tener que empezar desde 0 cualquier sistema ganadero”, manifestó.   En días pasados, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, detectó un brote de rabia en la zona productiva, otro factor que perjudica la actividad. Ya se adelantaron los trabajos y labores pertinentes, incluida vacunación en el foco y perifoco.   Sin embargo, de acuerdo con el productor los asuntos sanitarios se convierten en un tema de la mayor relevancia “porque muchos ganaderos tienen la necesidad de trasladar sus animales a un predio en el que pueden llegar a encontrarse grupos de hasta 4 propietarios distintos y no todos mantienen el estatus sanitario. Hay algunos que no purgan, que tienen los animales llenos de moscas y garrapatas afectando a los otros”.   Adicionalmente, en este momento el matadero municipal está cerrado. En la región se sacrifican entre 6 y 7 reses diarias y en los últimos 2 meses no se ha podido, por lo que eso representan casi 350 a 400 reses que siguen estando en potrero. (Lea: Serias complicaciones deja fuerte invierno en el oriente del país)   “La Alcaldía y la Gobernación han brindado ayuda para la movilización, en lo del combustible y ese proceso; a través de la Unidad de Gestión de Riesgo hemos recibido semillas para el sector agrícola, algo de fertilizantes, semilla de pastos para los ganaderos, purgas y baños, para mantener en el mejor estado posible a los bovinos”, describió Romero.   Desde la región solicitan ayuda del Estado y de los gremios para que las consecuencias por el fuerte invierno no sean peores, se dejen de perder leche y carne y se facilite la consecución de sales minerales y silos, elementos que no se producen.   Hasta el momento, no se tiene una fecha estimada en la que podrían parar las lluvias, que según los productores son demasiado intensas y caen durante varias veces en el mismo día.