La inseguridad y la violencia han alcanzado niveles alarmantes en el departamento del Cauca, dejando a su paso una estela de desesperanza y temor entre los ganaderos y habitantes rurales. Hernán Garcés, presidente del Comité de Ganaderos del Cauca, en diálogo con CONtexto ganadero, manifestó su profunda preocupación ante la ola de criminalidad que ha azotado la región, evidenciando la existencia de más de 50 casos en lo que va del año, repartidos en diferentes municipios.

Una problemática creciente

Desde el año pasado, la inseguridad ha venido aumentando de manera preocupante, con diversas modalidades delictivas que afectan directamente a los ganaderos y a la población rural en general. Una de las prácticas más alarmantes es el "carneo", que ha tomado un auge significativo en los últimos meses.

Además, la extorsión y las amenazas en las fincas son un problema recurrente en diferentes zonas del departamento. Los grupos armados obligan a los productores a realizar tareas de mantenimiento en las carreteras, lo cual representa un constreñimiento y una situación de peligro constante para quienes se dedican a la ganadería. Esta situación ha dejado a los ganaderos sumidos en la incertidumbre y el miedo, limitando su desarrollo y sus posibilidades de progreso.

Los delincuentes quedan en libertad

Aunque la labor de la policía ha sido crucial en la lucha contra la inseguridad, es necesario un mayor apoyo por parte de las autoridades competentes, especialmente de la Fiscalía. Es alarmante observar cómo muchos delincuentes quedan en libertad, lo que socava los esfuerzos por combatir estos actos criminales. Por ello, se hace un llamado contundente a que se les impongan medidas de aseguramiento a los responsables de estos delitos para garantizar la efectividad de las investigaciones y el castigo correspondiente.

También masacran caballos

Otro aspecto preocupante es el sacrificio de caballos que se ha registrado en la región. Existe la presunción de que estas carnes ilegales ingresan a Popayán para su posterior comercialización en el mercado negro. Ante esta situación, el llamado se dirige a la Policía Nacional y, en especial, a la Fiscalía, para que tomen medidas enérgicas y frenen estas actividades delictivas. Es necesario desmantelar las redes que se dedican a este lucrativo negocio ilegal y garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia.

La problemática se extiende por toda la zona de la cordillera central del departamento del Cauca, donde los grupos armados están imponiendo su dominio y extorsionando a los productores. Estos grupos exigen cuotas que van desde los 500 mil hasta los 4 millones de pesos, generando un clima de miedo y angustia entre los ganaderos y habitantes rurales. La presencia de diferentes grupos armados y la incursión de la delincuencia común en esta situación complejiza aún más la problemática, poniendo en riesgo la seguridad y la estabilidad de la región.

Los ganaderos y el sector rural en general se encuentran atemorizados, ya que personas que se identifican con diferentes grupos armados llegan a las fincas y ejercen presión sobre los propietarios y administradores. Estos delincuentes están aprovechando la situación de vulnerabilidad para exigir pagos y realizar amenazas, generando un clima de inseguridad y desasosiego. La falta de denuncias por parte de las víctimas agrava la situación, ya que muchos casos de extorsión no aparecen en las estadísticas de la policía, dificultando el combate efectivo contra estos delitos.

En este contexto, se hace un llamado urgente a los ganaderos para que denuncien estos casos de extorsión y se pongan en contacto con el gremio interdepartamental. La denuncia es fundamental para que las autoridades puedan tomar acciones concretas y desarticular las organizaciones delictivas que operan en la región. Asimismo, es necesario promover la solidaridad entre los ganaderos y fomentar la colaboración mutua para enfrentar esta situación de inseguridad de manera conjunta.