Ganaderos cuestionaron que los recursos de la Cuenta Nacional de la Carne y la Leche, CNCL, sean utilizados para pagar los animales que tuvieron que ser sacrificados tras los brotes de fiebre aftosa que aparecieron en el país. La emergencia sanitaria provocada por la aparición de la enfermedad, que llegó desde Venezuela, dejó un terrible saldo para la ganadería, que incluye el sacrificio de más de 3.300 bovinos en 3 departamentos y miles de millones de pesos en pérdidas. Para compensar a los propietarios de los semovientes sacrificados como medida preventiva para contener el virus, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, ofrecieron el pago de todos los animales. Según le explicaron a los ganaderos, la compensación se calcularía con base en los precios reportados por la subasta más cercana en la semana previa al sacrificio o a la aparición del brote. (Lea: Ofrecimientos del ministro Iragorri en Yacopí y Caparrapí se quedaron en palabras) Sin embargo, tras las acostumbradas demoras del Gobierno y las diversas irregularidades denunciadas por los productores en Arauca, Cundinamarca y Norte de Santander, los productores aún no han recibido el pago por sus animales. A esto se suma el malestar que ha generado en el sector el hecho de que los recursos provengan de la contribución parafiscal que aportan los trabajadores pecuarios por cada litro de leche y cada kilo de carne que producen. Andrés Hoyos Arenas, presidente del Comité de Ganaderos de Norte de Santander, Coganor, se mostró en franco desacuerdo con la medida empleada por el Gobierno. (Lea: ¿Por qué el Gobierno lacera a un sector que tanto aporta a la economía?) “Creemos que si bien es cierto que los ganaderos deben ser indemnizados, siempre y cuando hayan cumplido con la vacunación y tengan todos los papeles en regla, la fuente de esos recursos nunca deberá ser el fondo parafiscal”, declaró. De acuerdo con el líder gremial, los dineros deben provenir de las arcas del presupuesto nacional, pues la aparición del virus en el país se dio por la negligencia del Estado de prestar una vigilancia eficiente en la frontera y prevenir el contrabando de bovinos. En efecto, el mismo ministro de Agricultura Aurelio Iragorri aseguró que el virus era procedente del vecino país, soportado en los análisis efectuados por la Comisión Sudamericana para la Lucha Contra la Fiebre Aftosa. (Lea: Graves denuncias de ganaderos en Cundinamarca tras foco de aftosa) Lo mismo opinó Danilo Losada*, uno de los productores de Cundinamarca afectados por la medida, quien sostuvo que no entendía cómo una contribución de los ganaderos debe ser utilizada para este pago. Él ha sido testigo del drama que están viviendo los pequeños y medianos ganaderos de Yacopí y Caparrapí, quienes han tenido que lidiar con la pérdida de sus animales y con gran parte de sus ingresos económicos. No solamente ellos, sino todos los propietarios de ganado a quienes se les prometió la compensación, aseguraron que hasta el momento no han recibido el pago. (Lea: Ganaderos denuncian demoras en pagos de bovinos sacrificados por aftosa) El dirigente de Coganor calculó que los recursos que debe desembolsar la CNCL son el orden de $5.000 millones de pesos, una cifra cercana a lo que recibe por mes el fondo parafiscal. “Si a un ganadero le apareció un brote de aftosa, fue porque el Estado fue negligente en controlar el ingreso de ganados y carne en canal provenientes de Venezuela. Si las autoridades fueron negligentes, ¿por qué vamos a ser nosotros los que asumamos la indeminzación de las reses?”, se preguntó Hoyos. *Nombre cambiado a petición de la fuente