Aunque los dispositivos ya existen en el mercado, jóvenes de la Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña, buscaron la forma de construirlos a bajo precio para posteriormente prestarlos a los pequeños campesinos de la zona.   Buscando formar profesionales con una mentalidad más científica y menos operativa, los alumnos de la Facultad de Ciencias Agrarias y del Ambiente de la Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña, han creado una serie maquinarias sencillas pero con gran aplicación para predios pecuarios. (Lea: Jóvenes colombianos desarrollan compactadora hidráulica de heno)   Artículos como una compactadora de heno, el salero dosificador, la peletizadora de forrajes, el dispensador de comida, la unidad de bioseguridad o el rascador para ganado, son algunos de los que los estudiantes de la cátedra de Ciencia, Tecnología e Innovación han desarrollado.   Para el final del primer semestre académico del 2017, los jóvenes entregaron 2 desarrollos más: un corral portátil con bebedero automático y un terneril (incubadora) con ambiente controlado para crías que nacieron débiles.   César Augusto Urón, docente de dicha materia, en diálogo con CONtexto ganadero, destacó el ingenio y trabajo adelantado por sus estudiantes, quienes durante el semestre trabajaron de la mano de aquellos que cursan la carrera de ingeniería electrónica para sacar adelante los desarrollos a un bajo costo. Lea: Estudiantes desarrollan equipos útiles para la ganadería)   En el primer producto, su principal ventaja es que es totalmente portátil, puede desarmarse y transportarse sin ningún inconveniente en un vehículo pequeño, lo que facilita tener al animal en el corral en momentos como las ferias u otra clase de eventos en donde escasean ese tipo de infraestructuras.   “Es un dispositivo que incluye comedero y bebedero, por lo que se garantiza la disponibilidad de alimento y agua para el animal. Así está cómodo sin depender de los corrales que ofrecen los organizadores de una feria”, explicó.   El segundo equipo es un terneril con ambiente controlado especialmente para aquellos animales que al nacer estén débiles y requieran cuidados especiales. Esta máquina no es nueva y en humanos sería una especie de incubadora. (Lea: Jóvenes desarrollan rascador para ganado que mejora calidad de carne)   El equipo se desarrolló pensado para las crías de la universidad, que en ocasiones presentaban inconvenientes y al no tratarse presentaban problemas de salud. Por esa razón se construyó, pero con productos más económicos, pensando en que los ganaderos que también tengan ese problema emulen el utensilio y lo adapten a las necesidades.   “El aparato en el mercado vale entre $4 y $6 millones, mientras el que fue desarrollado por los muchachos no llega al $1 millón, eso evidencia el ingenio que tienen para hacer un equipo de alta calidad que preserve a los terneros que no nacen en las mejores condiciones”, recalcó.   El reto de reto de desarrollar un equipo se plantea desde que empieza el semestre y en donde los estudiantes en grupos deben crear una necesidad, hacer una investigación al respecto, socializarla y aceptar los aportes externos para perfeccionarla, revisar costos y materiales para su construcción, elaborar una maqueta y luego desarrollar la máquina.   (Lea: Comederos, espacios para nutrir ganado en medio del confort)  

Semestre a semestre el listón es más alto de superar, por lo que el ingenio y la capacidad de los estudiantes es puesta a prueba por el docente.