Terminado el segundo ciclo, los productores y demás personas cercanas al proceso evidenciaron un sabor agridulce. Si bien se cumplió con la cobertura, quedan muchos interrogantes ahora que el Fondo Nacional del Ganado no está a cargo del proceso. El Ciclo de Vacunación II-2016 culminó el pasado 22 de diciembre en casi la totalidad del territorio nacional, excepto en algunos sectores de Antioquia, Bolívar y Cesar, en los cuales el plazo debió extenderse hasta el 30 debido a dificultades causadas por la temporada invernal. Aunque la gran mayoría de ganaderos aseguraron que el Ciclo cumplió su objetivo y se alcanzaron las coberturas deseadas, manifestaron que les genera incertidumbre lo que sucederá en los próximos procesos. (Lea: Preocupan inconvenientes causados en el II Ciclo de Vacunación de 2016) Esto a raíz de la liquidación del Fondo Nacional del Ganado, FNG, y a la decisión del ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, de apartar a la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, como operador del Ciclo contra fiebre aftosa y brucelosis.* Ambos golpes contra el sector ganadero fueron una evidente retaliación del Gobierno contra el gremio cúpula y su presidente, José Félix Lafaurie Rivera, por manifestar sus reparos a las negociaciones que entonces adelantaban el Gobierno y la guerrilla de las Farc. En su lugar y sin saber la difícil tarea que se les venía encima, la operación del ciclo la asumió el nuevo fondo parafiscal, que ahora se denomina la Cuenta Nacional de Carne y Leche, CNCL, y a su actual administrador, la Sociedad Fiduciaria de Desarrollo Agropecuaria, Fiduagraria. *Para ejecutar el ciclo, el Ministerio de Agricultura y Fiduagraria convocaron a los antiguos profesionales del FNG que fueron despedidos tras el anuncio de su liquidación, y en lugar de un contrato laboral, les ofrecieron uno por prestación de servicios de 3 meses. Esto, en opinión de ganaderos y profesionales del sector, ha sido un grave error del Ministerio, que justificó esta decisión argumentando que el Fondo pagaba unos salarios muy altos y que la nueva Cuenta le ahorrará más dinero a los propietarios de ganado, que contribuyen con el pago de la Cuota de Fomento Ganadero y Lechero. Tanto los funcionarios como las organizaciones ejecutoras (comités y asociaciones de ganaderos) tuvieron que sortear toda clase de dificultades para cumplirles a los productores y al país en los 2 Ciclos de Vacunación. “Este año hubo mucha improvisación, porque las cosas que necesitábamos para realizar el proceso no llegaron a tiempo. La verdad, hubo mucha dificultad en este sentido”, manifestó uno de los trabajadores del ciclo que prefirió la reserva de su nombre. (Lea: Comités no percibieron aumento del pago de la vacuna contra aftosa) Según él, no recibieron a tiempo los repuestos a los implementos que utiliza el personal para aplicar la vacuna. Afortunadamente contaban con reservas de lo utilizado en Ciclos pasados y eso les permitió aguantar hasta que llegó el pedido. Otro funcionario se quejó por el excesivo ahorro al que se vieron sometidos, pues el rubro de transporte que les asignó Fiduagraria fue muy limitado y los obligó a restringirse en sus desplazamientos. “No tienen en cuenta que uno debe recorrer grandes distancias y a veces los ganaderos llaman por alguna urgencia, y uno debe manejar hasta 6 horas para llegar al sitio donde lo necesitan, algo que no se puede anticipar”, contó. Un mensaje que circula por redes sociales evidenció el descontento frente a la forma como el Ministerio se ha empeñado en minimizar el trabajo que desarrolló Fedegán y el FNG, y que permitió a Colombia alcanzar el estatus de país libre de fiebre aftosa. En él se habla sobre las “malas condiciones” en las que trabajaron los funcionarios encargados del Ciclo y denuncia la “irresponsabilidad del manejo” que se ha dado al proceso. (Lea: Denuncian traumatismos generados por cambios en Ciclo de Vacunación) La preocupación más grande tiene que ver con el hecho de que los coordinadores solo son contratados por el período que dura el proceso, tiempo tras el cual se les rescindió el contrato y solo volverían a ser llamados cuando inicie el primer Ciclo en 2017. “No solo se trata de poner una inyección. Se debe hacer un trabajo continuo que redunde en mejores resultados para los ciclos venideros. No es simplemente que el Ministerio contrate las personas faltando 15 días para iniciar el Ciclo cuando tiene que haber una preparación oportuna, que permita hacer visitas en municipios con bajas coberturas, de hacer revisión a las zonas para dictar charlas y recordar la importancia de la vacunación permanente”, dijo una fuente. Añadió que los funcionarios pagados con los recursos parafiscales no se dedicaban únicamente al Ciclo sino que también eran responsables de hacer asistencia técnica o realizar capacitaciones a los ganaderos en temas importantes como las Buenas Prácticas Ganaderas o erradicación de brucelosis y tuberculosis. “El ICA no hará esa tarea de la misma forma que lo hacían los profesionales del Fondo. Ese trabajo lo harán a medias, porque la consolidación de las bases de datos y la consecución de los vacunadores, entre otras tareas, es algo que no podrán hacer los funcionarios del Instituto”, comentó. En efecto, muchos profesionales del FNG contaban con experiencias de entre 8 y 18 años, lo cual garantizó el éxito de esta ardua tarea; sin embargo, ahora que las condiciones laborales cambiaron, muchos decidirán apartarse de este proceso, como ya ocurrió en el Ciclo pasado, pues varios optaron por no contestar la llamada de Fiduagraria que les pedía volver a coordinar la actividad. (Lea: Inicia segundo Ciclo de Vacunación contra aftosa y brucelosis) Para el próximo Ciclo, el primero de este año, es muy probable que muchos más de los antiguos responsables se aparten del proceso, lo que genera incertidumbre y temor en el sector. Al menos así lo aseguró una de las fuentes consultadas por este medio: “Se requiere un poco más de concienciación de parte de las personas que están laborando en el tema del control y erradicación de la fiebre aftosa, pues ellos no están dentro del contexto. Tengo la seguridad de que no hay epidemiólogos ni especialistas de salud animal que puedan tener claro cuál es el procedimiento a seguir y ahí se corre el riesgo de que pueda ocurrir algún error”.