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Gramalote Colombia

Foto: Andrés Almeida Guano / Unimedios.

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Gramalote: más de 5 años de promesas incumplidas

por: - 31 de Diciembre 1969

La reconstrucción de esta población en Norte de Santander parece no tener fin. Desde que ocurrió la tragedia, el 17 de diciembre de 2010, las promesas por parte del Gobierno han ocupado los titulares de prensa, pero aún no hay certeza de la fecha en la que será nuevamente habitable.

La reconstrucción de esta población en Norte de Santander parece no tener fin. Desde que ocurrió la tragedia, el 17 de diciembre de 2010, las promesas por parte del Gobierno han ocupado los titulares de prensa, pero aún no hay certeza de la fecha en la que será nuevamente habitable.   En 2010, Colombia vivió una de sus peores tragedias climáticas por cuenta del invierno. El fenómeno de La Niña de aquel entonces fue de tal magnitud que causó graves daños a nivel de infraestructura en la mayoría de departamentos. 2 casos captaron la atención de la mayoría de los colombianos: el Canal del Dique y Gramalote. (Lea: En Miraflores se construirá el nuevo Gramalote)   El primero ocurrió en el Caribe, allí las fuertes aguas del río Magdalena arrasaron con el canal causando una grave inundación en varios municipios del departamento del Atlántico como Manatí, Santa Lucía, Candelaria, Campo de la Cruz y Repelón.   El segundo ocurrió en Norte de Santander. Por cuenta de las lluvias, se presentó una falla geológica que ocasionó la desaparición de Gramalote. 4.073 habitantes de la población tuvieron que ser reubicados en albergues temporales mientras se adelantaba la compra de predios y construcción del municipio en una zona segura.   Sobre este último caso, el presidente Juan Manuel Santos, aseguró en febrero del año pasado que si su reconstrucción no estaba lista al finalizar 2015, varios funcionarios de su gabinete tendrían que renunciar. A pesar del anuncio, la promesa se quedó en palabras y esta es la hora en que los gramaloteros siguen sin tener su nuevo hogar. (Lea: Gramalote reactivará su economía gracias a proyectos silvopastoriles)   Ante ese panorama, CONtexto Ganadero habló con Roberto Zapata Báez, coordinador del Proyecto de Reconstrucción de Gramalote, quien aseguró que una de las principales causas para que la reubicación del municipio no haya sido más ágil se debe a la tardanza por parte de los habitantes de la zona a la hora de escoger el nuevo lugar en el que van a vivir. Ese proceso tardó mucho tiempo, hasta que finalmente los pobladores se decidieron por una vereda conocida como Miraflores.   Escuche las declaraciones de Roberto Zapata Báez

El funcionario afirmó que para evitar que en el lugar escogido se presentara otra falla geológica, tuvieron que hacer una serie de pruebas y revisiones. A eso se le sumaron unos cambios de suelo por lo que se tuvo que modificar el esquema de ordenamiento territorial. Esa etapa se superó apenas en 2014.   “En este momento tenemos 7 frentes de obra abiertos. Allí se está construyendo el urbanismo, es decir, instalaciones de servicios públicos y vías. Pero también se está adelantando la obra del centro administrativo municipal, la plaza de mercado y municipal. A eso se le suman las vías de acceso, que también están en ejecución y suman 14 kilómetros de carretera totalmente nueva”, amplió. (Lea: Gramalote: 4 años de promesas y pocos adelantos en las obras)   Zapata Báez reveló que la meta trazada es que a partir del tercer trimestre del año empiece el traslado de las familias a sus nuevas viviendas. Por ahora, se van a construir 600 casas, obra que está a punto de comenzar y en la que los beneficiados tuvieron constante participación durante la estructuración del modelo.   No obstante, pueden presentarse retrasos hasta que las condiciones técnicas no confirmen la seguridad de los gramaloteros, “ya que las obras que se están adelantando son demasiado grandes. Hay excavaciones, movimientos de tierra y salida y entrada de volquetas. Estamos apuntándole a esa fecha, pero no puede haber ningún riesgo ocasionado por las obras”, agregó.   El proceso de reasentamiento del tiene un costo de $374 mil millones. De esos recursos deben salir todas las fases de reconstrucción y procesos de acompañamiento una vez concluyan las obras. (Lea: En Norte de Santander le apuestan a la prevención de desastres)   Este diario quiso hablar con el secretario de Infraestructura de Norte de Santander, Rafael Ramírez, con el ánimo de conocer su postura ante las obras y los compromisos por parte de la administración departamental, pero tras varios intentos, no fue posible establecer comunicación con el funcionario.