A las quejas por la entrega de silos podridos, se suma otro problema por cuenta de la cuestionada gestión del Ministerio de Agricultura a la hora de apoyar a los productores pecuarios y agrícolas del país: la donación de semillas de pobre rendimiento. La queja de los ganaderos se debe a que los aportes que gestiona la cartera agropecuaria para apoyarlos durante las épocas críticas parecen surgir de la obligación más que la voluntad de ayuda. Así lo expresó Jonás Manjarrez, propietario de un predio del sector de El Piñal en el municipio cesarense de Manaure Balcón del Cesar, quien sufrió como muchos otros los embates del inclemente verano. (Lea: Ganaderos colombianos pagan, sin saberlo, por silo de mala calidad) “Vengo recuperándome de 3 años de verano. Se me secaron las aguas y quedé sin pasto. Algunos animales se murieron y otros los tuve que vender. En total fueron como 40 los que salieron de la finca”, contó. Esto sin contar con el ganado que perdió por cuenta de una plaga o una enfermedad que nunca pudo determinar y que le provocó la muerte de más de 70 bovinos, hace 2 años. Debido a la crítica situación que estaba viviendo, Manjarrez fue beneficiario de una entrega de suplementos bovinos para alimentar a sus animales así como de semillas para sembrar maíz y fríjol en su predio. (Lea: Arroceros se quejan por la calidad de semillas aprobadas por el ICA) “Allá llegó ayuda para sembrar otros cultivos como tomate o ají. Nos dieron las mallas y nos ayudaron a hacer las eras, pero la semilla que dieron no sirvió, no funcionaba. Si le van dar una semilla certificada a una persona para que siembre maíz o fríjol, debe ser de buena calidad, si no, no la den”, expresó. Para Néstor Stave, ganadero de lechería especializada ubicado en Sabanalarga, Atlántico, la dificultad más grande que enfrenta es conseguir alimento de óptimas condiciones para su ganado. (Lea: Ganaderos de La Calera denuncian entrega de silo podrido) “Este año no se ha conseguido semilla de buena calidad de sorgo forrajero para hacer silos y tampoco la semilla de maíz. No ha sido fácil porque la calidad es regular, no son las mejores, y eso nos preocupa porque no he producido comida suficiente para soportar el próximo verano”, sostuvo. Tanto Stave como Manjarrez explicaron que la condición de la semilla se mide por la abundancia de los cultivos producidos o la altura de las plantas, factores que han sido deficientes una vez se ha hecho la siembra. “La variedad de semilla que ofrece el ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) no me ha salido muy buena. En el mismo lote, tuve diferencias en las matas: una más grande, una más pequeña. Las otras más caras, que cuestan el doble, salen mejores pero igual no es un volumen suficiente”, aseguró Stave. Además, pensando en la temporada de calor que se avecina y que normalmente comienza en diciembre y enero, saben que el alimento no podría alcanzar para soportar los calores intensos que se han dado en los últimos tiempos. Por su parte, Manjarrez atribuyó esa falla a los malos manejos, porque el Ministerio hace convenios con contratistas que no ejecutan los proyectos como es debido sino que se quedan con la gran mayoría de los recursos. (Lea: Así se prueban las semillas forrajeras para comprobar su calidad) “Las ayudas que llegan para uno son muy pocas. Les dan malos manejos a los proyectos, porque si se hicieran bien como dice en el papel, qué bueno sería. Pero entonces no los hacen bien, sino que los comienzan y nunca los terminan”, declaró.