Pequeños y medianos propietarios de ganado no han podido vender sus animales porque están flacos y nadie quiere comprarlos. Tampoco pueden trasladarlos a otras zonas porque no tienen el dinero para hacerlo. Constantino Mayorga es un ganadero de Dolores, Tolima, que tiene su finca ubicada en la vereda Agua Negra. El productor llegó a tener 50 bovinos, pero la falta de agua y de alimento lo ha hecho perder animales. Actualmente tiene 30 en su predio, que no ha podido vender porque están muy bajos de peso, y otros 11 los trasladó a la finca de su hermano. “¿Quién va a comprar ese ganado tan flaco? Por ahora estamos sosteniendo al ganado a punta de concentrado, miel y sal. Yo creo que he gastado 3 millones en suplementos, porque ya no tengo pastos en mi finca”, dijo. (Lea: 5 formas de manejar bovinos expuestos a más de 30 °C) Mayorga contó que la semana pasada se le murieron 2 vacas y 3 becerras, y antes ya se le habían muerto otras 5 reses. Según él, la escasez de comida ha provocado que sus semovientes se deterioren debido a la extrema flaqueza hasta que fallecen. Añadió que no ha perdido más bovinos porque vive cerca de un río. El productor explicó que varias de las fincas vecinas han sido desocupadas por sus propietarios, que tienen predios en otras zonas o han podido conseguir dinero para arrendar otro potrero. (Lea: Falta de alimento para ganado genera enormes pérdidas) Mayorga aseguró que si él hubiera tenido una segunda propiedad en otro sector mucho más favorecido por el clima, ya habría transportado su ganado. Pero en Dolores hace mucho tiempo no llueve ni tampoco han recibido atención del Gobierno. “Por allá no ha ido nadie. Hubo una gente vacunando contra la aftosa y no más. No hemos recibido ninguna ayuda. Todo el mundo está esperando que llueva para que pase esta hambruna”, sostuvo. José Lleras, ganadero de Purificación, se ha visto favorecido por las recientes lluvias, aunque también pasó una época difícil por la falta de agua en la zona. (Lea: La descarga animal es la solución para tener buenos pastos) “Yo tenía 44 animales en una finca ubicada en Dolores, pero cuando nos dimos cuenta que no íbamos a tener pasto, nos tocó ir vendiendo, así sea a menor precio. Allá solamente me quedan 14 reses”, indicó. Escuche al ganadero José Lleras de Purificación, Tolima.
En ese predio, tenía varios nacimientos de agua que se secaron cuando comenzó el verano. Eso lo llevó a trasladar todas sus reses a Purificación, donde actualmente cuenta con 68; casi todas están delgadas porque no ha podido sembrar pastos para alimentarlas. “En este sector, las vacas flacas, el ganado pequeño y las de ceba no han podido venderse. Nadie compra los animales en el estado tan malo en el que están”, manifestó Lleras. William Padilla, médico veterinario, declaró que los ganaderos deben ser más cuidadosos en esos casos y procurar descargar sus fincas antes de que se adelgacen sus animales. (Lea: 3 pesadillas que padece el ganado por sobrecarga alimenticia) “Nosotros hacemos charlas a los ganaderos sobre el fenómeno de El Niño. Una de las recomendaciones que hacemos para que no tengan pérdidas es vender las vacas antes de que pierdan mucho peso”, declaró. En efecto, además de las alternativas de alimento como silos y bloques multinutricionales, es importante conocer la cantidad de alimento que dispone el productor para hacer una planeación con tiempo. “Se debe hacer un aforo, medir la cantidad de forraje para saber cuántos animales pueden dejarse en un potrero. Si hay muchos, el ganadero debe escoger los más productivos y salir de los más pequeños. Y ese dinero extra lo pueden guardar para adquirir animales más adelante, cuando las condiciones estén más favorables”, aconsejó el experto.