El pasado 4 de noviembre, Colombia declaró oficialmente el fenómeno de El Niño, lo que llevó a preocupaciones inmediatas sobre el impacto que este evento climático tendría en varios sectores, incluida la agricultura y la ganadería. Sin embargo, a pesar de las advertencias y la necesidad urgente de apoyo, los ganaderos colombianos continúan esperando la ayuda prometida por el gobierno.
Giovanni Pinilla, presidente de la Asociación de Ganaderos del Valle de Ubaté, en entrevista con CONtexto ganadero, expresó su frustración y decepción por la falta de acción del gobierno en proporcionar asistencia a los ganaderos afectados. Según Pinilla, hasta la fecha no se ha recibido ningún tipo de ayuda: “Hasta el momento no hemos recibido ayuda. Ni por parte de las alcaldías ni de las gobernaciones. Los ganaderos están muy esperanzados, y hay expectativa de que, de alguna forma, si lleguen. Yo he hablado con comités ganaderos de otros departamentos y sé que tampoco les ha llegado nada”.
Asegura que entre más pasa el tiempo, más crítica es la situación, “creemos que la reacción debería ser inmediata. Una ayuda que llegue 15, 20 días, un mes después de pronto ya va a ser demasiado tarde, o no va a solventar el bache que en ese momento están teniendo los productores de leche” enfatiza Pinilla.
Para Pinilla, hay un agravante a la falta de ayudas y es que, según cuenta, los auxilios del Gobierno a menudo se destinan únicamente a pequeños productores que están registrados en el Sisbén, lo que deja fuera a medianos productores que también están sufriendo las consecuencias del fenómeno de El Niño. “No se les puede olvidar que también hay medianos y grandes productores proporcionalmente afectados. Entonces, siempre esas ayudas llegan a productores que son sisbenizados ¿pero y los que no somos sisbenizados? ¿no somos ganaderos, no producimos leche?” enfatiza Pinilla.
La intensa sequía de enero ha traído consecuencias
De acuerdo con Pinilla, la falta de lluvias durante el mes de enero, ha llevado a una escasez severa de forraje para el ganado. Los ganaderos se han visto obligados a recurrir a sus reservas y comprar alimentos suplementarios para mantener la condición corporal de sus animales y garantizar una producción mínima. Sin embargo, muchos ganaderos, especialmente aquellos con fincas no tecnificadas y pequeños productores, están luchando para acceder a estos recursos adicionales debido a la falta de maquinaria y acceso a tierras.
“Muchos ganaderos trataron de tener reservas, pero eso lo pueden hacer quienes tienen fincas tecnificadas. Pero cuando hablamos de pequeños productores, son predios que no pueden tener un exceso de comida para posteriormente cosecharlo o guardarlo, y no tienen ese acceso tan fácil a la maquinaria. Y en nuestra zona el común denominador son pequeños productores.”
La escasez de forraje ha llevado a una disminución significativa en la producción de leche y ha obligado a los ganaderos a tomar medidas drásticas, como el descarte de animales. Esta situación, además de ser una pérdida económica para los ganaderos, también tendrá un impacto a largo plazo en la producción ganadera. “Yo sé que esto en un futuro nos va a traer una disminución en el número de vientres, que se va a ver reflejado en una disminución de reemplazos, y va a haber un bache productivo”.