El Ideam declaró la alerta roja en ambos departamentos por las emergencias provocadas tras los fuertes aguaceros que se han prolongado en los últimos 2 meses. Inundación de potreros, escasez de comida y vías averiadas son algunos de los problemas más graves en la región. De acuerdo con Carlos Correa, gerente de la Compañía Ganadera del Meta, el invierno que inició a principios de abril arreció de forma más intensa en mayo y lo que va corrido de junio, causando serios daños especialmente en el sector rural. “La ola invernal ha afectado bastante al departamento del Meta, con precipitaciones que no habíamos tenido el año pasado”, aseguró. (Lea: Ganaderos de Meta también están preocupados por el negocio de la leche) El empresario explicó que las poblaciones que viven en las riberas de los ríos Meta y Ariari han sido las más afectadas por los desbordamientos de los afluentes. La región del Ariari, considerada la despensa agrícola del departamento, ha presentado las mayores complicaciones. “Nosotros tenemos una subasta ganadera en el municipio de Granada, la segunda ciudad con mayor importancia. (…) Desde el año pasado, se venía venir que el río se iba a llevar la banca en la carretera que comunica con el Guaviare, a nivel de Puerto Limón, pero ni el Gobierno ni las autoridades hicieron nada para prevenirlo”, señaló. Correa añadió que los daños en la vía impiden el tránsito normal de los vehículos, por lo cual en la última subasta, que normalmente comercializa hasta 400 bovinos, solamente alcanzó los 160. (Lea: En Guaviare, Tolima y Casanare no para de llover) Se trata de un hecho grave no solo por la falta de comunicación, sino también porque los productores están sacando sus ganados a la venta pues no tienen suficiente forraje en sus potreros. Así pues, con la creciente oferta, el precio del ganado ha bajado hasta $200 por kilo. Asimismo, el sector lechero sufre las consecuencias de un fuerte invierno, como lo manifestó José Benito Herrera, vicepresidente de la Asociación de Ganaderos de Castilla La Nueva, quien indicó que la producción se ha reducido alrededor de un 20 % por cuenta de los aguaceros. “El pisoteo de los animales en el invierno no permite la recuperación normal de los pastos, entonces hay una disminución en el suministro de forraje y por lo tanto la producción baja. Además, el estado del ganado no es el mismo cuando el tiempo es favorable”, dijo. Casanare Otro departamento con fuertes afectaciones por invierno es Casanare. Yonency Amaya Becerra, presidente del Comité de Ganaderos de Trinidad, sostuvo que las malas condiciones climáticas se han sentido en buena parte de la Orinoquía. “No hay traslado de animales para otra finca, porque cuando se inunda, se inunda todo parejo, desde el Meta hasta donde pueda hacia arriba. Aquí empiezan a crecer los ríos principales y se llevan casas, y se desbordan los ríos pequeños, entonces toda la sabana queda bajo el agua”, detalló. Amaya lamentó la falta de ayudas a los productores pecuarios para superar las épocas más difíciles y criticó la entrega reciente de alimento bovino que se destinó únicamente a 30 ganaderos. (Lea: Precio del ganado sigue al alza en Meta) “Nosotros tenemos que llevar los ganados a las partes más altas pero no hay cómo ayudarlos con suplementos ni drogas ni nada porque los precios están muy altos. Esta zona está totalmente desamparada”, declaró el dirigente.