Los propietarios de bovinos en uno de los departamentos más ganaderos del país temían la especulación de los precios que podría presentarse ante la noticia de los focos de aftosa en Cesar y La Guajira. Muchos han confirmado cómo sus temores se han vuelto realidad. Con la pérdida del estatus sanitario y el consecuente cierre de algunos mercados internacionales para la venta de carne, los ganaderos temieron una posible saturación del mercado nacional, especialmente en diciembre. (Lea: Precio del ganado en Sucre y Córdoba siguió a la baja) Esto debido a que los productores descargan sus fincas en estas fechas, no solo anticipando la llegada del verano que limita la producción de forraje, sino también para obtener los recursos suficientes para pagar las obligaciones de fin de año y principios del siguiente. “En el mundo ganadero se genera un pánico de que los animales van a bajar de precio dramáticamente, cuando el mercado colombiano de ganado es muy estable. Esas especulaciones que se vivieron en años anteriores no se ven hoy”, explicó hace unos días Camilo Romero, gerente de Subastar. De otro lado, Johana Fernández, gerente del Centro Comercial Ganadero, Cencogan, explicó que esta es la ‘época de cosecha’, por el incremento en la oferta de animales. (Lea: Ganaderos piden fomentar consumo de carne ante riesgo de especulación de precios) José González Artega, propietario de la finca La Ceibita en Valencia, aseguró para este medio que si bien el valor de los animales se ha mantenido estable, ha estado relativamente bajo, afectando sobre todo la rentabilidad de los criadores y cebadores. “Para las personas que pueden comprar ganado es una buena época, pero los que compraron para vender y los que están cebando, es una situación crítica porque se dejan de recibir ganancias. Estamos hablando de una caída de hasta $500 por kilo en algunos casos”, comentó. El ganadero había programado la venta de sus bovinos con anterioridad, teniendo en cuenta que en estos días comienza la época seca, y aún más con el pronóstico del fenómeno de El Niño, que ya se empieza a sentir en varias zonas del país. El problema es que no anticiparon la caída en el pago. “Nosotros pensábamos vender a $4.600 por kilo y nos tocó vender a $4.200. Es bastante la utilidad que se deja de percibir y nos afecta la rentabilidad porque hacemos planeación con unos costos de producción”, dijo. (Lea: Subastas también piden evitar especulación de precios del ganado) En el caso específico de La Ceibita, adquieren bovinos de 200 kg a $5.000 y los llevan a 340 kg, que con el valor inicial, habrían vendido a más de $1 millón 500 mil. Sin embargo, con el kilo a $4.200, están perdido cerca de $140 mil por cada animal. En medio de este panorama, González confía en que el Gobierno actual implementará mayores ayudas para los productores, en temas como capacitación y apoyo en épocas de escasez: “Esperamos que el problema de la aftosa se solucione y que las políticas del Gobierno y de todos los entes ayuden al gremio”. Por su parte, Romero sostuvo que, en cambio, el precio del ganado gordo ha tenido un leve repunte entre noviembre y diciembre en subasta, al pasar de $4.000 a $4.100 en potrero básculo y afirmó que "la dinámica comercial no se ha afectado, pues se siguen exportando ganados vivos a Asia y carne deshuesada a Emiratos Árabes, Jordania y Líbano". Aun así, alertó que con el inicio del verano los ganaderos deben estar alerta para descargar sus predios y a conseguir alimento suplementario. En todo caso, "los precios en subasta han estado estables y se espera que diciembre y enero sean de buenos volúmenes en las subastas con estabilidad de precios".