Productores de municipios como Motavita reclaman un mejor pago del lácteo aduciendo que ellos trabajan para entregar un producto con los más altos estándares, sin recibir una contraprestación adecuada a sus esfuerzos.   Julia Valencia*, ganadera de Motativa, cuestionó la forma cómo ella y sus compañeros han recibido contribución por la producción de leche, que según dijo han mantenido con muy buenos estándares.   “La empresa baja el precio y siempre saca la excusa que es por calidad de leche, pero uno conoce el producto que ofrece”, sostuvo Valencia. (Lea: Más de 26 mil toneladas de lácteos se importaron en primer semestre de 2017)   La ganadera hace parte de una cooperativa que vende el líquido a una pasteurizadora de Boyacá. Si bien reconoció la alianza que se ha gestado entre el gremio y la empresa, señaló que han tenido intenciones de buscar otros acuerdos. Sin embargo, ninguna otra empresa quiere comprar leche.   En la actualidad, reciben entre $920 y $930 por litro, un precio que han conservado desde febrero de este año, porque desde ese entonces ha llovido y los pastos están abundantes, con lo cual la sobreoferta de leche se ha mantenido durante buena parte del 2017.   “Ahora hay buenos pastos, hay mucha comida para las vacas, entonces está produciendo buena leche. Además, la gente que no tenía, compró animales para producir también”, comentó. (Lea: Productores de Boyacá también están afectados por contrabando de queso)   En efecto, los campesinos compraron por volver a comprar semovientes tras haberse visto obligados a malvenderlos durante el periodo más crítico del verano, en pleno fenómeno de El Niño.   Con tanta abundancia, los productores consideran que es razonable una disminución del precio debido a la lógica del mercado de la oferta y la demanda. No obstante, no piensan que se deba castigar tanto la contribución al productor frente a los continuos gastos que deben hacer y que se incrementan todos los años.   “Queremos que nos mejoren el precio porque a nosotros nos exigen calidad, y mientras que hacemos Buenas Prácticas de Ordeño, dándole un valor agregado, nos pagan lo mismo que a los demás (que no lo hacen)”, dijo Valencia. (Lea: Productores de leche de Boyacá acuerdan defender la producción)   De acuerdo con la ganadera, el precio que recibirían es similar o incluso mayor al que les ofrecen los intermediarios o queseros artesanales, con la ventaja de que no exigen la calidad que sí lo hacen las pasteurizadoras como Colanta y Alpina, ni tampoco exigen topes como Nutresa, que estaba poniendo un límite al acopio.   Valencia lamentó que la industria no premie el esfuerzo de los productores para mantener altos estándares de calidad composicional e higiénica con un precio adecuado. De hecho, la situación es tan difícil que optaron por dejar de enfriar la leche porque la compensación no alcanza para sufragar el costo de la energía.   Sin embargo, manifestó que no se trata de echarle la culpa a la industria, sino a la falta de políticas públicas del Gobierno para garantizar mejores condiciones para los ganaderos. (Lea: ¿Qué hay detrás de la crisis permanente de los productores lácteos del país?)   “El Gobierno es flexible con los industriales y por eso ellos ajustan el precio a su acomodo, así exista una resolución que tengan que cumplir. Por ejemplo, Nutresa, Algarra, Alquería, todos están poniendo topes y ya no quieren hacer más alianzas porque hay mucha leche”, declaró.   *Nombre cambiado por petición de la fuente