Ante la crisis que atraviesa el departamento por el verano, los productores han optado por otras alternativas de negocio, como los cultivos de melón y cítricos, con el fin de encontrar nuevas formas de generar renta dentro de sus predios. Javier Felipe Ruiz Rodríguez, profesional en Sabanalarga del Fondo Nacional del Ganado, FNG, declaró que los productores están más interesados en ampliar su actividad, que en abandonar el negocio pecuario. “Ellos han dejado de depender de una sola alternativa de agronegocio y se han dedicado a explorar otros sistemas de producción, como el caso de la siembra de melón de manera tecnificada”, explicó. (Lea: Ganaderos en Atlántico cambiaron las vacas por el carbón) Según Ruiz, los ganaderos son conscientes de la importancia de la actividad ganadera, pero al mismo tiempo reconocen las variables que afectan la productividad, como el intenso verano y el alto costo de los insumos. Así, los suelos que eran utilizados para sembrar pastos, se emplean para sembrar otros cultivos. Además del melón, muchos productores han utilizado las áreas improductivas de su finca para cultivos florestales, la palma, frutales, cítricos o yuca. De esta forma, no solo se aprovechan los terrenos, sino que además se ejerce la actividad pecuaria de forma más eficiente, al trabajar en un 50% o 60% del área que tenían, conservando los bovinos en potreros más pequeños. El profesional del FNG declaró que los productores estaban acostumbrados a la ganadería extensiva. Luego de comenzar con este cultivo y de darse cuenta que con las ganancias podían mejorar su predio, se dedicaron a este negocio para complementar la actividad pecuaria, más que reemplazarla. (Lea: Ser buen agricultor, paso clave para ser ganadero ecológico) Mientras los más pequeños se han dedicado a la venta de carbón como otra forma de generar ingresos, los medianos y grandes ganaderos han buscado opciones como los cultivos o la avicultura, aunque esto no quiere decir que sea exclusiva de estos productores. “Obviamente, la inversión es importante, pero las utilidades cubren esos recursos. Además, en el caso del melón, los ciclos son de 53 o 63 días, lo que se invirtió se recupera rápido. (…) En los pequeños ganaderos, podría funcionar este modelo a través de formas asociativas de trabajo. Si se unen entre varios, lograrían tener una buena producción”, señaló. Sin embargo también encontraron limitantes, como la falta de agua. De acuerdo con Ruiz, un ganadero del municipio de Juan de Acosta sembró melón, pero no tuvo en cuenta la disponibilidad del recurso hídrico. “Hay que tener una buena cantidad de agua para garantizar el rendimiento de los cultivos. El productor de Juan de Acosta lo hace con pozos profundos. Además, sobre todo con el melón, se debe tener un sistema de riego por goteo”, aclaró. Otra limitante es que este tipo de cultivo requiere seguir de forma estricta los paquetes tecnológicos y asegurar un mercado estable. (Lea: Aspectos a tener en cuenta para no desistir de la actividad ganadera) Aun así, Ruiz Rodríguez aseveró que la demanda de diferentes variedades de melón es superior a la oferta, por lo que los ganaderos han podido encontrar una salida de sus productos y una entrada de dinero para sostener a sus animales.