La falta de garantías, políticas públicas para el sector y controles por parte de las autoridades son según los productores pecuarios del Cesar las razones por las cuales ejercer la actividad es cada vez menos rentable.   Hernán Araujo, presidente del Fondo Ganadero del Cesar, sostuvo que la principal preocupación que invade en estos momentos a los productores es el poco o nulo respaldo que tienen y la indiferencia de las entidades públicas ante las principales problemáticas que los afectan.   De acuerdo con Araujo, el abigeato, el sacrificio clandestino, el monopolio de la industria láctea que fija y baja el precio de la leche a su antojo, la inexistencia de políticas que permitan mejorar los indicadores de producción, la dificultad para acceder a créditos, entre otros, son solo algunos de los dolores de cabeza de los ganaderos de la región. (Lea: Denuncian creciente ola de inseguridad en Cesar)   Detalló que actualmente no existe una política oficial definida que permita a las personas sacar adelanta esta actividad, por el contrario observa que hay una tendencia a desaparecer.   "Las personas de aquí desarrollan la ganadería por tradición familiar, por gusto, y hasta quizás por terquedad porque hay que enfrentar muchos flagelos y la rentabilidad no es mucha", confesó.   El líder gremial señaló que por más triste que suene, a la actividad pecuaria le deberían cambiar el nombre de 'ganadería' a 'perdería' porque esta es una labor que los actores del gremio realizan sin ninguna política oficial que la promueva y defienda.   Recalcó que en Cesar, al igual que en muchas regiones en Colombia, el tema del sacrificio clandestino ha venido aumentando desde el momento en el que se perdió el control de los expendios de carne. (Lea: Denuncian falta de controles en expendios de carne en Cesar)   "Hoy en día un potrero de cualquier finca es considerado como un posible lugar para sacrificar ganado y luego vender su carne a un expendio sin ningún tipo de control", expuso.   Según él, mientras las autoridades y los alcaldes no asuman la responsabilidad que les corresponde de controlar la legalidad y procedencia de la carne que se vende al público desde los expendios de carne, el abigeato y los centros de sacrificio clandestino seguirán aumentando.   Sergio López, pequeño ganadero de Cesar coincidió con Araujo y dijo que quienes se dedican al campo y están expuestos a los atropellos de la delincuencia, grupos armados y demás, no cuentan con ningún tipo de garantías por parte del Estado.   Por otro lado señaló que "lastimosamente" no hay controles en las carreteras, ni en las zonas rurales que permitan controlar los robos y la inseguridad, que tampoco cuentan con la ayuda de las entidades del estado y además de eso la justicia tiene muchas fallas. (Lea: Preocupación en Cesar por aumento del abigeato)   "El sector ganadero está olvidado completamente por el Estado. Nosotros hacemos lo que podemos para continuar trabajando en esto, pero en realidad es muy difícil sin apoyo", remató.