En los últimos días, el Gobierno de Colombia reveló una preocupante proyección sobre el impacto del fenómeno de La Niña, que se empezará a percibir entre agosto y septiembre de este año. Este fenómeno meteorológico afectaría a más de 600 municipios del país y golpearía severamente sectores cruciales como el agro y la ganadería. Según la entidad gubernamental, la situación comprometería a unas 6 millones de reses, lo que añade un nivel de gravedad significativo a la ya compleja situación de los ganaderos colombianos.
Efectos en la ganadería y producción láctea
Jorge Rodríguez, director de Asoganorte, ha explicado que el fenómeno afectaría al sector ganadero especialmente en el primer semestre de 2025, cuando el verano se intensifique. Los ganaderos enfrentan no solo la pérdida de reses, sino también la degradación de los pastos y la producción lechera, lo que pone en riesgo la producción alimentaria en el país.
Rodríguez también señaló que los ganaderos están sufriendo debido al bajo precio de la leche pagada al productor primario. Además, las compañías lácteas no están recogiendo el 100% de la producción de leche y de pasto, lo que agrava la situación de los productores. La preocupación se extiende también al bajo consumo de productos lácteos y derivados en todos los estratos sociales, lo que complica aún más la viabilidad económica del sector.
El dirigente gremial enfatizó en la necesidad de precaución con las crecientes de ríos y represas debido al fenómeno de La Niña.
Proyección de daños económicos y sociales
El director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, advirtió que el Fenómeno de La Niña podría dejar daños y pérdidas por $20 billones en Colombia. De este total, $10,6 billones corresponderían a daños directos y $9,7 billones a pérdidas económicas adicionales.
Frente a esta calamidad anunciada contrasta la falta de recursos, que, según Carrillo, se requieren cerca de $6 billones, para responder adecuadamente a esta situación.
Según los cálculos de la UNGRD, el país debe prepararse para enfrentar aproximadamente 2.624 eventos adversos relacionados con las lluvias, lo que equivale a un promedio de 15 eventos por día. Se estima que 600 municipios sufrirán afectaciones moderadas o leves, mientras que otros 900 podrían ser severamente golpeados por las lluvias. En total, cerca de 550.000 familias podrían verse afectadas, con 16.000 viviendas destruidas, 224.000 averiadas, 2,2 millones de hectáreas de cultivos impactadas y 6,1 millones de animales en riesgo.
Las regiones Andina y Caribe son las más vulnerables, con mayores riesgos de deslizamientos de tierra e inundaciones. Se prevé que un millón de personas podría verse afectada por las lluvias en todo el país. Incluso antes de la llegada del fenómeno, ya hay 13 departamentos y 224 municipios impactados.