A través de una carta, los productores manifiesta que dicho ministerio no ha cumplido la promesa que hiciera el exministro Aurelio Iragorri, de pagar antes del 30 de septiembre, el dinero correspondiente a los 2.700 semovientes que fueron sacrificados.   “Durante todo el mes de septiembre hemos visto con estupor, cómo se trasladan la responsabilidad de la cancelación de los ganados del Ministerio de Agricultura a la Cuenta Parafiscal de Carne y leche y de esta al ICA, sin que se cumpla la palabra empeñada, y sin importar la calamitosa situación que hoy vivimos”.   Así lo expresa una carta enviada al ministro de Agricultura Juan Guillermo Zuluaga, por Ramiro Camacho, coordinador de Dignidad Agropecuaria del Magdalena Medio y su vocero Abelardo Camacho, así como también de los presidentes de la Junta de Acción Comunal de las veredas Las Palmas y La Valle de Yacopí, Nelson López y Lisímaco Franco, respectivamente.   La comunicación manifiesta que dicho ministerio no ha cumplido la promesa que hiciera el exministro Aurelio Iragorri, de pagar antes del 30 de septiembre, el dinero correspondiente a los 2.700 semovientes que fueron sacrificados por orden del ICA debido al brote de fiebre aftosa, que se presentó en los municipios de Yacopí y Caparrapí en Cundinamarca. (Lea: Ofrecimientos del ministro Iragorri en Yacopí y Caparrapí se quedaron en palabras)   “De Yesid Jiménez y Daniela Lehmann del Ministerio de Agricultura, nos mandan a hablar con Mario Peña, Hilda Terán y Juán Andrés Angulo del ICA y todos ellos ante nuestros requerimientos nos ofrecen la misma y mentirosa respuesta: la semana entrante se les va a pagar”, dice la comunicación.   Informa la carta que el pasado 5 de octubre, 45 días trascurridos del sacrificio del último animal, Juán Andrés Angulo, les manifiestó que solo 5 ganaderos tenían la documentación bien diligenciada; 25 presentaban uno o dos documentos mal elaborados y de los otros 26 ni noticias suministró.   “Se comprometió a enviar por correo la lista de los documentos faltantes y tampoco cumplió”, agrega la misiva.   Para los firmantes, dicha conversación deja al desnudo la manera irrespetuosa e irresponsable como el Ministerio ha tratado a 56 familias de pequeños y medianos campesinos ganaderos de una de las zonas más atrasadas del país. (Lea: El drama de sacrificar bovinos por culpa de la fiebre aftosa)   “Hoy vivimos un verdadero drama: sin finca, sin ganado, sin un proyecto productivo serio que podamos desarrollar y sin el dinero de nuestros ganados, que nos permitiría sobrellevar una vida digna mientras podemos retomar nuestras actividades cotidianas”, señala.   La carta sostiene que la paciencia se agota y que se resisten a creer que una solicitud tan justa, como la que hacen de que se les paguen los ganados que se sacrificaron hace 2 meses, tenga que ser respaldada con la movilización de ellos y de las familias.   “Seguro contaría con el apoyo de cientos de ganaderos que se solidarizan con nuestra penosa condición”, añade.   Los damnificados   Para Abelardo Camacho de la vereda La Valle de Yacopí, la situación es crítica. Su padre, él y su tío, tienen cuatro predios que reúnen 150 hectáreas.   Toda la vida se han dedicado a la ganadería. “A mi abuelo y a papá les tocó salir de la zona en los años sesenta dejando la finca con ganado abandonada por culpa de la violencia y pudieron regresar 20 años después. No encontraron nada solo la tierra”, dijo. (Lea: ICA declara en zona de contención a Arauca, Casanare, Boyacá y Cundinamarca)    “Cuando apareció el brote de aftosa teníamos 230 bovinos en levante y cría, pero fueron sacrificados por orden del ICA”, expresó.   Reveló que ante esa situación les han regalado mercados - 2  por parte de la Gobernación de Cundinamarca y uno de la Alcaldía de Yacopí- y la subasta de La Dorada, Dorexpo, destinó el producto de un día de comercialización para las familias damnificadas de esa zona.   Por su parte Nelson López, ganadero de la vereda Las Palmas, quien ha estado vinculado al sector desde pequeño, dice que no sabe cómo enfrentar este momento tan difícil porque en esa región la única actividad económica es la ganadería.   Manejaba 90 bovinos de 2 predios, el suyo y el de su madre, y había sacado a la venta un lote de 10 animales que apenas unos días antes de registrarse la emergencia sanitaria, había remplazado. Le sacrificaron 80 reses. (Lea: Terminó el 'fusilamiento' de animales contaminados con aftosa)   López se refirió a otro vecino al que le fusilaron 280 cabezas y hubo otros a los que les sacrificaron ganado porcino y ovejos.   “La situación por donde se mire es nostálgica. Las familias de estas tierras estamos en una mala situación, la gente no tiene de qué vivir”, puntualizó.