Productores de la zona donde apareció la fiebre aftosa en julio de 2017 y por lo cual las autoridades fusilaron 2.987 bovinos, se reunieron con la viceministra de Agricultura y Ganadería y obtuvieron su compromiso de revisar el pago de 600 animales que el Gobierno aún no ha cancelado.   Ganaderos del municipio de Yacopí, Cundinamarca lograron que el Gobierno iniciara la revisión del tema de los animales fusilados que hacen falta por pagar a los productores, región que en julio del año pasado registró la presencia del virus de la fiebre aftosa.   Así lo manifestó Abelardo Camacho vocero de los ganaderos, quien dijo que, “la viceministra de Agricultura y Ganadería, Alexandra Peralta, les manifestó en reciente reunión, que no pagarán los 600 animales que faltan por cancelar de los 2.987 que el gobierno ordenó fusilar en julio del año pasado”.   La viceministra fue directa y enfática sobre su decisión, pero aun así, les permitió expresarle los hechos sucedidos y los compromisos adquiridos con los ministros de la administración del Gobierno pasado y se comprometió a revisar la situación. (Lea: “Pueden haber más focos de aftosa si Gobierno no actúa a tiempo”: Lafaurie)   Se calcula que estos animales podrían tienen un costo de $900 millones y eran propiedad de pequeños productores del municipio de Yacopí, donde la principal actividad económica es precisamente la ganadería bovina.   Según Camacho, “en julio del 2017, tanto el entonces ministro de Agricultura Aurelio Iragorri, como su asesor Yesid Jiménez, le dijeron claramente a los productores que por las condiciones de los terrenos de Yacopí, iban a pagar todos los animales que se fusilaran tuvieran o no RUV –Registro Único de Vacunación”.  (Lea: Ofrecimientos del ministro Iragorri en Yacopí y Caparrapí se quedaron en palabras)   Incluso esas declaraciones se encuentran grabadas en video como muestra del compromiso adquirido por estos funcionarios del gobierno pasado.   Tres responsables   De acuerdo con Camacho, “hay tres responsables por los cuales se registró el virus de la fiebre aftosa en el municipio: el primero son los ganaderos por no haber informado la situación que se presentaba con los vacunadores ya que estos no llegaban a las fincas”. (Lea: Graves denuncias de ganaderos en Cundinamarca tras foco de aftosa)   En su opinión, los ganaderos obraron naturalmente como todos los años, pues esa es una zona a la que no llega la pedagogía, capacitación o información sobre la vacunación o la sanidad animal del país.   En segundo responsable es la Cuenta Nacional de Carne y Leche, pues ellos manejan estadísticas que indican claramente en qué región no cumplen con la respectiva obligación de vacunar para proteger la sanidad animal. Estas instancias deben informar por qué no hubo gestión al respecto.   “El tercer responsable es el Instituto Colombiano Agropecuaria, ICA porque es la entidad sanitaria que supervisa que los gestores de los programas nacionales de vacunación contra la fiebre aftosa realicen su función con la rigurosidad necesaria”, lamentó.   Esta entidad se percató que en la parte alta de Yacopí donde apareció el virus de aftosa, no se estaba cumpliendo con la obligación de vacunar y no reaccionó.   Así es la situación de los pequeños ganaderos de Yacopí, quienes actualmente se encuentran en graves condiciones pues su única actividad era la ganadería bovina y tras la aftosa, el panorama es desalentador.   “Les fusilaron sus animales con la promesa que se los iban a pagar y se quedaron sin ningún patrimonio para sobrevivir. Su única esperanza es que el gobierno les cumpla su compromiso”, remató Camacho.