Una de las principales problemáticas que enfrentan los ganaderos del departamento de Vichada es la alta acidez de los terrenos de sus fincas. Este tipo de suelo dificulta el desarrollo de la actividad porque hay baja fertilidad, alcalinidad y problemas de drenaje y compactación.   El sector pecuario del departamento solicita ayuda al Gobierno para que brinde recursos y apruebe proyectos que tengan como objetivo realizar correcciones de suelos, ya que este un proceso costoso y complejo que además de productos, requiere maquinaria para hacerlo.   Mario Torres, miembro de la Asociación de Ganaderos de Cumaribo, explicó que la nutrición de los suelos en el Vichada es muy compleja debido a la acidez de los mismos. Indicó que la región hace parte de la Altillanura y faltó poco para que sus suelos sean semidesérticos. (Lea: Revelan los 10 departamentos con los mayores conflictos de suelos)   “Necesitamos el apoyo del Estado, sobre todo el sector rural. Queremos poner a producir las grandes extensiones de tierra con las que contamos. Los correctivos que se necesitan son muy costosos, como los abonos, el yeso y la cal. El dilema de nuestros suelos es que además de ser casi estériles, están saturados de aluminio”, aseveró Torres.   Expuso que las multinacionales sí están produciendo soya, arroz y maíz porque tienen los recursos, pero que a los campesinos de a pie les cuesta aproximadamente entre un millón o un millón 500 mil pesos acondicionar una hectárea, para ponerla a producir y la gran mayoría de ellos no cuentan con ese presupuesto.   También dijo que el arado, los correctivos, en especial el del aluminio, y luego los fertilizantes son muy necesarios para llevar los valores de acidez a un rango que sea compatible con las necesidades de las plantas y de esta manera lograr que se puedan desarrollar. Agregó que la falta de pasturas y nutrientes y las afectaciones por cuenta del verano les dificulta poder alimentar correctamente a sus animales y desarrollar la actividad.     De acuerdo con José Eurípides Baquero, PhD en suelos, cada terreno tiene un manejo de acuerdo a sus características. La temperatura, la humedad y la presión del aire son aspectos a tener en cuenta. (Lea: Ciat y FAO ponen a disposición un sistema para el manejo del suelo)   “En la cuenca del Orinoco se pueden encontrar regiones bien definidas. La primera es el pie de monte llanero con cerca 3 millones 700 mil hectáreas, donde se encuentran suelos de muy buena calidad y una fertilidad media. La altillanura plana con casi 4.2 millones de hectáreas, que se caracteriza por la baja fertilidad, los suelos altamente ácidos y de menor calidad, pero que con las correcciones correspondientes pueden llegar a ser productivos, entre otros”, contextualizó el experto.   Señaló además que los suelos en casi toda la cuenca del Orinoco, una región que está comprendida por los departamentos de Arauca, Casanare y Vichada, son bastante pobres, sobre todo, en la parte guayanesa de la cuenca, que es donde predominan las superficies rocosas y arenosas. Son suelos muy ácidos y la vegetación es muy variada.   En cuanto al manejo de este tipo de suelos, el experto recomendó realizar un manejo de praderas con la inclusión de la braquiarias y leguminosas y en el caso de la altillanura plana y en las zonas altas implementar sistemas productivos agrosilvopastoriles, donde se integren las pasturas con un componente arbóreo.   Los elementos que se pueden encontrar en estas tierras son el hierro, aluminio, bajos contenidos de carbono orgánico y minerales primarios. El cuidado del suelo es fundamental, según expertos, para tener cultivos de pastos y alimentos de calidad y por ello los ganaderos de Vichada buscan apostarle a este tema y solicitan el apoyo del Gobierno. (Lea: Roca fosfórica: un fertilizante ideal en la producción de pastos)